Se forja un nuevo Orden Mundial

Moscú, 18 oct (Prensa Latina) El Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, manifestó que ante nuestros ojos se forja un nuevo orden mundial multipolar más justo que refleja la diversidad cultural y civilizatoria del mundo.
Para Lavrov el futuro se perfila en la lucha, de acuerdo con un artículo suyo publicado en el sitio oficial de la Cancillería.
La mayoría global que representa el 85 por ciento de la población de la Tierra, aboga por una distribución más equitativa de los bienes globales y el respeto por la diversidad civilizatoria, así como por una democratización coherente de la vida internacional, añadió.
Por otro lado, un pequeño grupo de países occidentales encabezados por Estados Unidos busca frenar el curso natural de los acontecimientos con el uso de métodos neocoloniales y mantener su dominio que está disminuyendo.
Acostumbrados a mirar al resto del mundo con desprecio, partiendo de la lógica de «líder» y «seguidor», los estadounidenses y sus satélites europeos asumen repetidamente compromisos, inclusive los compromisos por escrito y jurídicamente vinculantes, para luego simplemente no cumplirlos, destaca el jefe de la diplomacia rusa.
Lavrov rememora que una vez finalizada la Guerra Fría, cuando la URSS desempeñó un papel clave en la reunificación de Alemania y en la negociación de los parámetros de la nueva arquitectura de seguridad europea, los líderes soviéticos y luego los rusos recibieron garantías concretas sobre la no expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el Este.
Sin embargo, estas garantías de los líderes occidentales resultaron ser una estafa, nunca tuvieron la intención de cumplirlas. La OTAN hacía regularmente y sigue haciendo exactamente lo que se comprometió a no hacer.
A finales de 2021 y principios de 2022, se rechazaron con arrogancia nuestras propuestas de concertar acuerdos con Estados Unidos y la OTAN sobre las garantías mutuas de seguridad en Europa sin cambiar el estatus de Ucrania de mantenerse fuera de bloques.
Occidente continuó militarizando al gobierno de Kiev, que llegó al poder tras un golpe de Estado sangriento y que se utilizó como plataforma para crear amenazas militares directas contra nuestro país y para destruir su patrimonio histórico en territorios que son de legítimo interés ruso, rememoró.
La serie de recientes ejercicios conjuntos norteamericanos y de los aliados europeos de la OTAN, incluidos escenarios de prueba para el uso de armas nucleares contra el territorio de la Federación Rusa, no tiene precedentes desde el final de la Guerra Fría. El objetivo declarado de infligir a Rusia una «derrota estratégica»

PROYECCIûN INTERNACIONAL DE LA DOCTRINA MONROE
Washington está creando alianzas militares y políticas que están bajo su control, como AUKUS, la «tríada» Estados Unidos-Japón-Corea del Sur y la «cuadríada» Tokio-Seúl-Canberra-Wellington, destaca el canciller ruso en su tesis.
Igualmente impulsa a sus miembros a mantener una cooperación con la OTAN, que despliega su infraestructura en el teatro del Pacífico. La orientación evidente de tales esfuerzos contra Rusia y China, para destruir la arquitectura regional inclusiva basada en el consenso en torno a la Asean, genera riesgos de nuevos focos de tensiones.
Surge la impresión de que Estados Unidos y el Occidente colectivo que le subordina completamente decidieron darle una proyección global a la Doctrina Monroe. Estas intenciones son tanto ilusorias como extremadamente peligrosas, pero no detienen a los ideólogos de la nueva Pax Americana, apuntó Lavrov.
Las elites gobernantes occidentales, en violación de la Carta de la ONU, hasta están dictando a otros países con quién y cómo deben desarrollar relaciones interestatales.
En la realidad, les están negando el derecho a intereses nacionales y a una política exterior independiente. En la Declaración de Vilna de la OTAN, la «creciente asociación entre Rusia y China» se caracteriza como una «amenaza para la OTAN».
El Occidente colectivo encabezado por EEUU se atribuyó el papel de árbitro de los destinos de toda la humanidad y, obsesionado por el complejo de superioridad, está ignorando cada vez más el patrimonio de los padres fundadores de las Naciones Unidas.
Todos los principios fundamentales de la Carta deben respetarse no selectivamente, sino en su totalidad, en su conjunto e interconexión, para regular justamente las relaciones internacionales, apuntó el jefe de la diplomacia rusa.
Son vitales el respeto a la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en sus asuntos internos, el respeto a la integridad territorial, igualdad y la autodeterminación de los pueblos, el respeto a las libertades fundamentales para todos, significó.

EL CASO UCRANIA
Es ampliamente conocido que, desde la desintegración de la Unión Soviética, Estados Unidos tuvo la intención de subordinar a Ucrania. Como lo admitió públicamente y con orgullo la entonces subsecretaria interina del Departamento de Estado de EEUU, Victoria Nuland, a finales de 2013.
La injerencia aún más flagrante en los asuntos internos se produjo durante la segunda ola de manifestaciones en 2013-2014. En ese momento, varios visitantes occidentales alentaron abiertamente a los participantes en las protestas antigubernamentales a llevar a cabo acciones violentas.
Nuland también discutió con el Embajador de Estados Unidos en Kiev la composición del futuro Gobierno, que sería formado por los golpistas. Al mismo tiempo, señaló el lugar real de la Unión Europea en la política global: no se entrometan en asuntos que no les conciernen.
En febrero de 2014, las personas elegidas por EEUU se convirtieron en participantes clave en la toma sangrienta del poder, que tuvo lugar un día después de que se había concertado un acuerdo entre el Presidente de Ucrania legítimamente electo, Víktor Yanukóvich, y los líderes de la oposición mediado por Alemania, Polonia y Francia.
Inmediatamente después los golpistas declararon que su máxima prioridad fue limitar los derechos de los ciudadanos rusohablantes en Ucrania. Y a los habitantes de Crimea y del Sureste de Ucrania, que se negaron a aceptar los resultados del golpe inconstitucional, los declararon terroristas, iniciando una operación punitiva contra ellos.
En respuesta a esto, Crimea y el Este de Ucrania llevaron a cabo referendos, en pleno cumplimiento con el principio de igualdad y autodeterminación de los pueblos, tal como se establece en el párrafo 2 del Artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas.
Después del golpe de Estado, durante años se adoptaron leyes racistas que prohibieron todo lo ruso: la educación, medios de comunicación, la cultura, la destrucción de libros y monumentos y la prohibición de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana.
Esto fue una violación flagrante del párrafo 3 del Artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas sobre el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos, sin distinción de raza, sexo, idioma o religión.
Kiev, en vez de cumplir los compromisos asumidos en los Acuerdos de Minsk de 2015, se dedicó a ganar tiempo junto con los países de la OTAN, y a reforzar su potencial militar para enfrentarse a Rusia.

LA MAYORIA GLOBAL IMPONE UN NUEVO ORDEN
Cada vez mayor número de países de la Mayoría Mundial busca reforzar su soberanía y defender sus intereses nacionales, sus tradiciones, cultura y forma de vivir.
No desean que se les imponga nada, quieres tener amigos y comerciar entre ello y con el resto del mundo, únicamente de manera paritaria y mutuamente beneficiosa, en el marco de la arquitectura multipolar que se está formando.
Estos ánimos prevalecieron en las recientes Cumbres del BRICS, G-20 y la Cumbre de Asia Oriental. Está ganando protagonismo la tarea de reformar cuanto antes los mecanismos de la gestión global.
Se vuelve cada vez más solicitada la decisión de ampliar el Consejo de Seguridad exclusivamente a través de la eliminación de la escasa representación en el mismo de los países de Asia, África y América Latina.
Es importante que los nuevos miembros del Consejo, tanto los permanentes, como los no permanentes gocen de autoridad en sus regiones y en tales organismos globales como el Movimiento de Países no Alineados, el Grupo de los 77, la Organización de Cooperación Islámica.
Todos los esfuerzos encaminados a reformar la ONU deben tener por objetivo afianzar la supremacía del Derecho Internacional y lograr que la ONU recupere su papel de organismo central y coordinador de la política internacional, un espacio donde se acuerdan las formas conjuntas de solución de problemas.
Estas tendencias positivas se ven contrarrestadas con cada vez más agresivos intentos de Occidente de mantener su dominio en la política, económica y finanzas mundiales. Es de interés común que sea evitada la fragmentación del mundo en bloques comerciales y macrorregiones aisladas.
Sin embargo, si Estados Unidos y sus aliados no desean acordar que a los procesos de la globalización les sea dado un carácter justo y paritario, es resto habrá de sacar las pertinentes conclusiones y pensar en pasos que les ayuden a no poner las perspectivas de su desarrollo económico, social y tecnológico, ni tampoco su seguridad en dependencia de los instintos neocoloniales de las antiguas metrópolis.
Lavrov recordó la intervención de Putin en el recientemente celebrado Club de Valdai donde formuló seis principios de la formación de una auténtica multipolaridad.
A saber: abertura y relaciones en el mundo, el respeto de la diversidad, la máxima representación en las estructuras de la gestión global, la seguridad universal, un acceso justo a los bienes del desarrollo, paridad para todos, y renuncia a la dictadura «de los ricos o los fuertes».
Si los miembros de la comunidad internacional se sienten con fuerzas de remontar hasta los orígenes y plasmar los compromisos que asumieron, en función de la Carta de las Naciones Unidas, en actos concretos, la Humanidad recibirá la posibilidad de superar el nefasto legado de la época unipolar.
El grado en el que todos están dispuestos a darse cuenta de su propia responsabilidad y de la responsabilidad colectiva por el futuro del mundo lo pondrán de manifiesto los preparativos para la Cumbre del futuro que ha de celebrar el año que viene, por iniciativa del Secretario General de la ONU.
Finalmente, Lavrov recordó las palabras del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en vísperas de la 78 temporada de sesiones de la Asamblea General, «si deseamos paz y prosperidad que se basen en la igualdad y la solidaridad, los líderes han de asumir una responsabilidad especial por alcanzar fórmulas de compromiso, al trazar nuestro futuro común por el bien común».
Imposible decirlo mejor. Precisamente en la búsqueda de fórmulas de compromiso y no en la división del mundo en «democracias» y «autocracias» consiste la misión de la Organización de las Naciones Unidas.