París, 15 dic (Prensa Latina) La ministra de Cultura de Francia, Rima Abdul-Malak, consideró hoy complicado organizar homenajes y reconocimientos en suelo galo al famoso actor Gérard Depardieu, centro en los últimos años de acusaciones de abuso y acoso sexuales.
En declaraciones a la cadena BFM TV, la funcionaria precisó que si bien no corresponde a su cartera emitir juicios sobre el tema, el cual se dilucida ante la justicia en al menos dos procesos, será muy difícil «celebrar a Gérard Depardieu o dedicarle veladas especiales y homenajes».
El actor de 74 años, recordado por interpretaciones de personajes como Cyrano de Bergerac, Vatel y el Conde de Montecristo, se ha defendido, pero los elementos en su contra por conducta impropia, e incluso delictiva, siguen creciendo, al igual que las reacciones de rechazo.
La ministra aludió las diversas denuncias y en particular las revelaciones realizadas la pasada semana por el programa Complément d’enquête, de France TV, transmitido con el sugerente título de «Gérard Depardieu: la caída del ogro».
Durante sus 90 minutos de duración, la opinión pública supo de una segunda acusación formalizada contra el comediante por la actriz Hélÿne Darras, entregada en septiembre por agresión sexual, caso sobre el cual la Fiscalía confirmó su análisis, y de comentarios obscenos y sexistas en el contexto de una visita a Pyongyang, Norcorea, en 2018. La demanda se sumó a la presentada hace unos años por Charlotte Arnould, quien acusó de violación y agresión sexual al galardonado Caballero de la Legión de Honor y con la Orden Nacional del Mérito, ganador de dos premios César y candidato al Oscar.
No son las únicas, en octubre la actriz Anouk Grinberg declaró a la revista Elle que «todos los que trabajaron con Depardieu saben que él atacaba a las mujeres», mientras en abril de este año 13 féminas le atribuyeron actos de violencia sexual cometidos entre 2004 y 2022.
De acuerdo con la ministra Abdul-Malak, la conducta de la estrella del séptimo arte se ha comportado de una manera «irrespetuosa e indigna».