Una estatua de Francisco Villa fue develada en el Corredor Peatonal Francisco I. Madero, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, durante el último día del año dedicado al Centauro del Norte.
La estatua representa el momento del 8 de diciembre de 1914 cuando Villa subió a una escalera y retiró las placas con el nombre de la calle Plateros y las cambió por otras con el nombre del expresidente Francisco I. Madero como un homenaje luego de su asesinato en la Decena Trágica.
El jefe de Gobierno, Martí Batres, encabezó la develación de la estatua de bronce creada por el escultor Eduardo Bautista y que está ubicada en el cruce de Madero e Isabel La Católica.
Batres estuvo acompañado por escritores e historiadores expertos en la vida de Francisco Villa, integrantes de su gabinete y descendientes del general de la División del Norte.
Batres dijo que a Francisco Villa se le tiene especial aprecio porque es un personaje que, viniendo de abajo, logró obtener un lugar especial en la historia de México.
«No era parte de ninguna elite familiar, ni política, ni caciquil, ni económica, ni académica, no tenía ningún linaje regional, era un desheredado total y así Pancho Villa se metió a la historia y se convirtió en uno de los grandes revolucionarios de México», dijo.
Batres recibió el reconocimiento El Mayor de los Dorados de parte de Martín Villa García, bisnieto de Villa y presidente de la Fundación Visión Villista.