Bruselas, 23 ene (Prensa Latina) La OTAN firmó hoy contratos adicionales por mil 200 millones de dólares para adquirir armamentos, a la luz de un reciente plan que ya aseguró pedidos bélicos superiores a los 10 mil millones de dólares.
Como si no fuera suficiente la capacidad letal acumulada, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) corroboró el impulso armamentista, lo que para muchos analistas apunta a la expansión de otra Guerra Fría, con diferencias notables a la anterior y probablemente mucho más larga e intensa, que la acontecida entre 1945 y 1991.
«El conflicto actual incluye a más actores, por lo que es más complejo y menos predecible», señaló el investigador Mariano Aguirre en su libro «Guerra Fría 2.0 Claves para entender la nueva política internacional».
Según informó el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, los contratos suscritos este martes asegurarán «cientos de miles» de proyectiles de artillería de 155 milímetros, para reponer las reservas de los países aliados y continuar los suministros a Ucrania.
Los pedidos «tienen un tiempo estimado de entrega de entre 24 y 36 meses», precisó el funcionario en conferencia de prensa, junto a la directora general de la Agencia de Apoyo y Adquisiciones de la OTAN, Stacy Cummings.
Desde la adopción del actual plan de la OTAN, en julio de 2023, la organización rubricó contratos ascendentes a unos 10 mil millones de dólares para la adquisición de proyectiles, municiones y sistemas de misiles, entre otros medios, anunció.
Al decir de Stoltenberg, «esto es un impulso importante a nuestra industria de defensa transatlántica, que nos ayuda a cubrir nuestras propias necesidades de seguridad mientras continuamos proporcionando un apoyo vital a Ucrania», en su conflicto con Rusia.
Para asegurar los pertrechos a Ucrania, los miembros de la OTAN tienen que aumentar su producción y firmar contratos con la industria, afirmó el funcionario, quien recomendó actuar de manera conjunta y bajo los estándares de la Alianza Trasatlántica para abaratar costos y aprovechar la existencia de sistemas y municiones «interoperables e intercambiables».
Los contratos multianuales «proporcionan una clara señal de demanda a la industria» y generan incentivos para invertir en capacidad de producción industrial, acotó Stacy Cummings.