Una película de seres ordinarios haciendo cosas extraordinarias

Montevideo, 26 ene (Prensa Latina) La sociedad de la nieve es una película de seres ordinarios haciendo cosas extraordinarias, definió su director, el español Juan Antonio Bayona, en entrevista publicada hoy aquí.
El filme, nominado a los Premios Oscar, recrea la llamada Tragedia de los Andes, como se le conoce al accidente el 13 de octubre de 1972 de un avión de la Fuerza Aérea de Uruguay con 45 personas a bordo, y la lucha por la vida durante 72 días de sus 16 sobrevivientes.
La obra cinematográfica compite en las categorías de Mejor película extranjera y por Mejor maquillaje y peluquería. Pero Bayona confesó a Subrayado que no tenía expectativas en una contienda «muchas veces muy imprevisible».
La noticia trajo alegría. «También por toda la gente que nos apoyó en Uruguay. Los supervivientes, las familias de los fallecidos. Toda la gente que nos dio su historia para que nosotros pudiéramos contarla», dijo.
Señaló que siempre tuvo vínculo con aquellos hechos, en particular con el libro del uruguayo Pablo Vierci, cuyo título le da nombre al largometraje.
El relato cinematográfico está a cargo de uno de los fallecidos, el futbolista Numa Turcatti, encarnado por el joven actor uruguayo Enzo Bogrincic.
«Tomar a alguien que hasta el momento había sido un figurante, al fondo del plano, y ponerlo en el centro del relato era una declaración de intenciones».
Pongo en el centro del relato a un futbolista. Quería romper esa idea de que era un avión de jugadores de rugby porque habían 45 pasajeros y no todos jugaban al rugby», explicó.
La búsqueda del elenco se nutrió de la conversación con los familiares, amigos y los supervivientes, así como del libro de Vierci. «Buscaba hechos de la persona, del actor, que me recordaran al personaje», contó.
Al comienzo del rodaje tanto el director como varios de los actores enfermaron con la Covid-19. No fue el único contratiempo.
«Los retos siempre vinieron más por las condiciones tan complicadas de rodaje. Yo recuerdo levantarme un día por la mañana y ver la montaña naranja, que parecía el desierto del Sahara porque había caído una tormenta de arena proveniente del desierto y había dejado la montaña teñida y no podíamos rodar», relató.
«Realmente, como dicen los supervivientes, nos fuimos de la montaña pero una parte nuestra se quedó allí. Y lo siento así. Yo creo que una parte muy importante se quedó en esa familia que formé haciendo La sociedad de la nieve», concluyó Bayona.