La escasez de gasolina sigue agudizándose en Tijuana y otros municipios de Baja California, donde ya suman casi 130 las estaciones de servicio que suspendieron su servicio, a unas horas de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El bloqueo de la planta almacenadora de Pemex en Rosarito, la cual surte al puerto y a Tijuana, está causando estragos entre los automovilistas particulares, pero también entre los choferes de carga y transporte público, cuyas unidades comienzan a parar ante la falta de combustible.
Los manifestantes que mantienen copadas las instalaciones se mantienen a la espera «de una solución real y no de un nuevo intento por darle largas al asunto», luego de que representantes de la Secretaría de Gobernación los invitaran a trasladarse a la Ciudad de México a negociar la regularización de sus predios en disputa.
La negativa de los manifestantes obedece a que «ya se efectuaron muchas mesas de negociación y siempre nos dan largas, e incluso faltan participantes como en este caso, los representantes del ejido Maclovio Rojas, si no los cuales no puede haber, por tanto, una solución», aseveró Casandra Hernández, una de las lideresas del movimiento.
En tanto, en conferencia de prensa, los representantes de las cadenas gasolineras que operan en Baja California -Rendichicas, 76, Chevron, Akron, British Petroleum y otras-, hicieron un llamado a solucionar este conflicto que ya provocó que se hayan dejado de expender más de 2 millones de litros de combustible diariamente, lo que suma 10 millones de litros a lo largo de la semana.