Semarnat regresó secretamente a Tabasco 5 de las 9 crías de mono saraguato

En completo sigilo, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), regresó el jueves a Tabasco cinco crías huérfanas de mono saraguato o aullador (Alouatta palliata), que permanecieron 52 días en el Centro para la Conservación e Investigación de la Vida Silvestre (CIVS), de Los Reyes La Paz, en el Estado de México.

Mientras tanto, otro pequeño ejemplar que “comenzó a presentar complicaciones en su estado de salud”, y no podía hacer un viaje tan largo, fue enviado al Zoológico de Chapultepec, para tratar de salvarle la vida.

El movimiento de los seis monos saraguato a Tabasco y Chapultepec fue ordenado por María de los Ángeles Cauich García, titular de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), de la Semarnat, tras la muerte de tres crías en el CIVS del Estado de México, el 15 de julio y el 10 de agosto, debido a supuestas “complicaciones metabólicas por su temprana edad” y “baja respuesta del sistema inmunológico”.

Desde que los nueve ejemplares fueron sacados el pasado 29 de junio con ayuda de la fuerza pública de la Unidad de Atención Médica de Cunduacán, en Tabasco, administrada por Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta A.C. (COBIUS), para ser enviados al Estado de México, expertos primatólogos con más de 20 años de experiencia en campo, advirtieron que los pequeños monos saraguato estaban condenados a morir.

En su momento, alertaron que las crías no iban a aguantar el cambio de clima y altitud, así como la falta de hojas de árboles tropicales propios de la región, que son parte fundamental de su alimentación. 

Las nueve crías huérfanas de mono saraguato, de las que sólo quedan seis hasta ahora, son sobrevivientes de la ola de calor que azotó el sureste mexicano a partir del 5 de mayo y que provocó la muerte de al menos 287 ejemplares en Tabasco.

De regreso a Tabasco 

Después del fracaso en la estrategia de rehabilitación implementada en el CIVS del Estado de México, la titular de la DGVS, María de los Ángeles Cauich García y su subdirector de Sanidad, Rubén Murillo Ruíz, viajaron personalmente con los cinco pequeños ejemplares de vuelta a Tabasco, sometiéndolos otra vez al estrés y los riesgos que conlleva un largo viaje por carretera de más de 10 horas.

En un primer momento, la intención era llevarlos al Zoológico Yumka en el municipio de Centro, pero al recibir una respuesta negativa por parte de los directivos, que argumentaron falta de espacio, las crías terminaron en la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), El Mono del Cacao en el municipio de Comalcalco.

En este lugar, las crías fueron ingresadas a unas jaulas construidas recientemente con recursos del programa de compensación la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), e inauguradas el 15 de agosto por la propia titular de la Semarnat, María Luisa Albores González.

El Mono del Cacao, no era la primera opción para las autoridades ambientales, debido a que la UMA no ha presentado informes anuales, lo que de acuerdo con la Ley General de Vida Silvestre, es motivo suficiente para perder el registro ante la Semarnat DGVS-UMA-VL-3747-TAB.

Además de que primero tenía que modificar su Plan de Manejo autorizado para monos saraguato en vida libre, para incluir ejemplares en cautiverio o en su caso obtener la autorización como Predio o Instalación que Maneja Vida Silvestre en Forma Confinada (PIMVS).

Crecen como mascotas 

La UMA El Mono del Cacao fue creada por la Asociación Civil COBIUS y su director ejecutivo Gilberto Pozo Montuy en 2015, en un predio de Comalcalco, propiedad del finado Exiquio Valenzuela Pulido y su hijo Carlos Valenzuela Izquierdo, para conservar el hábitat y las poblaciones de mono saraguato que hay en la región.

Tras una serie de desencuentros, en 2017, COBIUS rompió relaciones con los dueños de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre, debido a que no estaban dispuestos a seguir las directrices del Plan de Manejo, introduciendo otras especies en riesgo sin las debidas autorizaciones.

En un principio, El Mono del Cacao surgió para cuidar a los aproximadamente 150 monos saraguato silvestres que habitan en la UMA, no para recibir crías, sin tener un adecuado programa de rehabilitación y mucho menos para introducir animales exóticos como los búfalos de agua originarios de África, que pastan en el lugar desde hace varios años. 

Fuentes consultadas señalaron que más allá de las jaulas construidas con recursos públicos, la UMA El Mono del Cacao no cuenta con el equipamiento, ni con el personal suficiente y capacitado para rehabilitar a las cinco crías huérfanas llevadas desde el CIVS del Estado de México.

Ante la falta de presupuesto e instalaciones, en los últimos años, la Profepa ha llevado a El Mono del Cacao, crías de mono saraguato rescatadas del tráfico ilegal y los ejemplares terminan creciendo entre perros, gatos y animales de granja, compartiendo la mesa, cama y espacios con el propietario de la UMA. Realmente no se hace un trabajo de rehabilitación, sino una crianza como mascotas hasta que los monos mueren”, comentaron.

En videos en poder de este diario, se pueden observar ejemplares rescatados de mono saraguato en la UMA El Mono del Cacao conviviendo como mascotas con guajolotes o con personas en un dormitorio, perdiendo toda posibilidad de regresar a su hábitat natural. 

En su momento, COBIUS indicó que las crías huérfanas de mono saraguato rescatadas en Tabasco, luego de la muerte de sus madres por golpes de calor, tenían que ser introducidas a un intenso programa de rehabilitación de por lo menos dos años, antes de que pudieran volver a ser libres y unirse a las tropas para repoblar a la especie en peligro de extinción, severamente afectada por la sequía, el intenso calor y el cambio de uso de suelo.

Última Hora

Trascendió que cuatro monos saraguato llevados de Veracruz al CIVS de Los Reyes La Paz en el Estado de México el 26 de junio, también hicieron el viaje el jueves pasado a Comalcalco, Tabasco, pero sólo llegaron dos a la UMA El Mono del Cacao, por lo que se desconoce el destino de los dos ejemplares faltantes o qué ocurrió con ellos en el camino.