Ciudad de Panamá, 27 oct (Prensa Latina) La Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP) condenó hoy un atentado armado perpetrado contra el expresidente boliviano, Evo Morales (2006-2019).
En su mensaje, al que tuvo acceso Prensa Latina, la organización sindical precisa que el destacado líder popular e indígena de ese hermano pueblo suramericano, ya ha sido objeto de golpes de Estado y otros intentos de asesinato claramente planeados y financiados por Estados Unidos.
En el norteño país, agregó la CNTP, donde opera el Pentágono y la CIA, se entrenan mercenarios para cumplir ese tipo de tareas contra mandatarios o dirigentes políticos que avancen en contracorriente y se atrevan a desafiar al Imperialismo.
En ese sentido, la central obrera manifestó su solidaridad con el líder sindical y revolucionario probado y con su pueblo, al tiempo que reiteró su denuncia y rechazo a este tipo de barbarie terrorista.
El propio exgobernante de la nación andino-amazónica informó haber sufrido el ataque armado y presunto intento de aprehensión, mientras se trasladaba por la carretera que conecta Villa Tunari con Shinahota, en el Trópico de Cochabamba, región considerada su principal bastión político.
Según el exjefe de Estado, en el ataque contra su vida se registraron más de 14 disparos.
Morales señaló que el vehículo en el cual viajaba, además de otro que le acompañaba con la escolta, fueron emboscados por dos motorizados.
Afirmó que una de las balas impactó contra la llanta del motorizado, con la intención de inmovilizarlo, sin embargo más adelante lograron cambiar de carro.
El reporte inicial cifró en 14 los disparos, pero el exmandatario opinó que podrían haber sido hasta 20 impactos.
Aclaró que esos balazos no afectaron a su medio de transporte por ser blindado.
Sobre esta base, opinó que se trata de un claro intento de asesinato en su contra, pues una de las balas apuntó hacia donde él se encontraba y falló por pocos centímetros.
Los informes aseguran, además, que el incidente elevó la tensión en la zona entre las fuerzas de seguridad estatales y la población local.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, instruyó «una inmediata y minuciosa investigación» sobre el «presunto atentado» contra el primer exdignatario indígena del país.