Ciudad de México, 4 feb (Prensa Latina) Cuando la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció la pausa en los aranceles que Washington habría impuesto desde hoy, evidenció el acierto del camino del diálogo y de un trato de iguales con Estados Unidos.
Después de un fin de semana en el que muchos analistas, políticos y medios de comunicación presagiaron el inicio de una guerra comercial, la llamada sostenida la víspera por la mandataria y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, puso un alto a la decisión norteña durante un mes.
«Sostuvimos una buena conversación con el presidente Trump con mucho respeto a nuestra relación y la soberanía», dio a conocer la propia dignataria desde su cuenta en la red social X, al referirse al acuerdo ya mencionado y a otros que marcarán sin duda la agenda bilateral en los próximos 30 días.
Entre estos está el refuerzo por parte de México de la frontera Norte con 10 mil elementos de la Guardia Nacional para frenar el trasiego de drogas hacia aquella nación, en particular el fentanilo; pero también el compromiso de Washington de trabajar para evitar el tráfico de armas de alto poder hacia el país latinoamericano.
Equipos de ambas partes, además, comenzarán a laborar en dos vertientes: seguridad y comercio.
La imposición de tarifas había sido solo una amenaza hasta el sábado pasado, cuando Trump firmó la orden ejecutiva para aplicar impuestos del 25 por ciento a las mercancías de Canadá y México, y del 10 por ciento a las de China, los principales socios comerciales de Estados Unidos.
Una de las razones para establecer la disposición, según la Casa Blanca, era la entrada desde este país de fentanilo, causante de unas 100 mil muertes al año en aquella nación y cuya crisis Washington atribuye a otros, sin abordar (o sin querer abordar) las causas internas, opinan analistas.
«Si ellos (las autoridades norteamericanas) quieren actuar, no deberían fijar su mira en México, sino en su propio país, donde no han hecho nada para parar la venta ilegal de esta y de otras drogas», apuntó Sheinbaum el domingo en un video compartido en redes sociales.
«¿Cómo es que no se investiga -se preguntó-, el lavado de dinero de los grupos delictivos de allá? ¿Por qué no ponen toda su inteligencia a trabajar para detectar a los grupos delictivos que venden fentanilo en su territorio o de otras drogas?».
Al sostener que también podrían iniciar una campaña masiva para cuidar a sus jóvenes y alejarlos de los estupefacientes, la presidenta insistió en que el consumo y distribución de esas sustancias está en Estados Unidos y «ese es un problema también de salud pública que nunca han atendido».
En el mensaje difundido en esa jornada, Sheinbaum tachó de terriblemente irresponsable la emisión de un documento por parte de la Casa Blanca que señalaba -sin pruebas- supuestos vínculos entre el gobierno de México y la delincuencia organizada.
«Como ayer lo dije, rechazamos categóricamente la calumnia que hace la Casa Blanca al gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales, así como cualquier intención injerencista en nuestro territorio», recalcó la jefa del Ejecutivo. Al subrayar que «la soberanía no se negocia», la dignataria señaló que si en algún lugar existe tal alianza es en las armerías del país norteño, que venden armas de alto poder, de uso exclusivo del ejército, a esos delincuentes, lo cual demostró en enero el propio Departamento de Justicia de aquel país.
Mencionó los resultados de México en materia de seguridad durante los últimos cuatro meses, entre estos, el decomiso de más de 40 toneladas de droga, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo, y la detención de un número superior a las 10 mil personas vinculadas con estos grupos.
«Tenemos estrategia, atendemos las causas y combatimos la impunidad. Todos los días trabajamos por la seguridad del país», aseveró.
Volvió a hacer énfasis en que México no quería confrontación, reiteró su propuesta a Trump sobre el establecimiento de una mesa de trabajo con los mejores equipos de seguridad y salud pública de ambas partes, y pidió esperar la respuesta del republicano.
Con los puntos puestos sobre las íes, los acuerdos concertados la víspera -si bien no despejan toda la incertidumbre-, abren al parecer un camino de entendimiento en este asunto, y confirman en opinión de personalidades dentro y fuera del país la inteligencia y la entereza de Sheinbaum.
«Creo que llegamos a un buen acuerdo el día de hoy y eso es lo que hay que resaltar. Al final pues hay una relación de respeto, que es muy importante, y de iguales, que es lo que yo siempre he planteado», manifestó ayer la mandataria durante su habitual conferencia de prensa.
México y su vecino son parte, junto a Canadá, del tratado comercial de Norteamérica, considerada una de las regiones económicas más dinámicas e integradas del orbe y la cual representa el 30 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.
Durante estos días economistas y diversos sectores alertaron, en medio de la tensión, sobre los costos para los tres países, especialmente para millones de familias y empresas de Estados Unidos, si se concretara la aplicación de aranceles prometida por Trump.