Ginebra, 15 may (Prensa Latina) La esperanza vida de los seres humanos se redujo en 1,8 años en apenas un bienio y los factores de riesgo continúan en ascenso, alertó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De 2019 a 2021, la expectativa de vida registró la mayor caída de la historia reciente, lo que revirtió una década de avances sanitarios, sustentó el organismo en un informe publicado este jueves.
Muchos países también se están quedando rezagados a la hora de abordar los riesgos sanitarios fundamentales, como la malnutrición, la contaminación atmosférica y las condiciones inseguras de hábitat, señaló.
A juicio de la institución, se necesita urgentemente una financiación sostenida y previsible, tanto de fuentes nacionales como internacionales, para proteger los logros conseguidos con tanto esfuerzo y responder a las crecientes amenazas.
Las estadísticas de la OMS constatan el acrecentamiento de las desigualdades entre Estados e individuos: aunque mil 400 millones más de personas vivían de forma saludable a fines de 2024, solo 431 millones más tuvieron acceso a los servicios sanitarios esenciales sin pasar apuros económicos, ejemplificó.
Tampoco la mortalidad materna e infantil disminuyen con suficiente rapidez para alcanzar los objetivos mundiales de desarrollo sostenible, denotan las cifras.
El documento valora, en particular, las profundas repercusiones causadas por la Covid-19 en la pérdida de vidas, la longevidad, la salud y el bienestar generales.
No obstante, el retroceso responde al mismo tiempo a una tendencia más prolongada que comenzó antes de la pandemia y continuó después, sopesó la fuente.
En 2023, ilustró, la cobertura de la vacunación infantil, incluida la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, la tos ferina y el tétanos, no había vuelto a los niveles anteriores a la Covid-19.
«Detrás de cada dato hay una persona: un niño que no llega a cumplir cinco años, una madre que pierde a su hijo en el parto, una vida truncada por una enfermedad prevenible», dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Son tragedias evitables; señalan deficiencias críticas en el acceso, la protección y la inversión, especialmente para las mujeres y las niñas, consideró.
«El progreso sanitario se está ralentizando. Todos los gobiernos tienen la responsabilidad de actuar, con urgencia, compromiso y rendición de cuentas ante las personas a las que sirven», opinó.