Experto rechaza reformas impuestas a Ucrania por FMI

Moscú, 25 mar (PL) El experto ucraniano Serguei Arbuzov criticó hoy aquí el paquete de reformas impuesto a su país por el Fondo Monetario Internacional (FMI), como condición para obtener la supuesta ayuda crediticia prometida por Estados Unidos y acreedores externos.
Dijo Arbuzov que desearía que el gobierno de Kiev implementara las medidas que son necesarias para solucionar los problemas internos, y no las impuestas por los organismos internacionales, a cambio de préstamos, a un alto precio.
No pueden instrumentarse en Ucrania las reformas que no funcionaron en Grecia y originaron innumerables problemas, incluidos los de carácter social, expresó el presidente del Centro de investigaciones sociales, económicas y culturales de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), durante su intervención en el Foro Económico de Moscú.
Coincidió en que la exrepública soviética debe realizar reformas, pero solo las necesarias para salvar al país, al recordar el costo social de las ya implementadas medidas de choque del gobierno del primer ministro Arseni Yatseniuk, como parte del programa de la llamada asistencia financiera del FMI.
Se refirió al encarecimiento de las tarifas del gas, la calefacción y los recortes en el sector público, acompañados de una drástica reducción de la plantilla de empleados presupuestarios y de los salarios, por solo citar algunas de las medidas impopulares, acotó.
Arbuzov, de otro lado, consideró que el gobierno del defenestrado presidente Víktor Yanukóvich (2010-febrero de 2014) no masificó debidamente al pueblo ucraniano la esencia del acuerdo de asociación con la Unión Europa y sus consecuencias económicas para la nación.
Un factor, que según el experto, fue aprovechado por los sectores nacionalistas y de la oposición revanchista en los acontecimientos que siguieron a las masivas protestas antigubernamentales, conocidas como el Maidán, a fines de 2013 y el posterior golpe de estado.
El académico calificó asimismo de errada la decisión de las entonces autoridades ucranianas de renunciar al mercado tradicional de la CEI, fundamentalmente el ruso, lo cual representó al menos una pérdida de ocho mil millones de dólares.

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