México, 2 jul (PL) La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) alertó sobre la decisión del gobierno federal de iniciar acciones para liberar las carreteras bloqueadas por docentes opuestos a la reforma educativa, se conoció hoy.
Tras condenar la determinación federal, aseguró que de recurrir al uso de la fuerza pública «solo logrará reavivar el conflicto».
Integrantes de la Comisión Nacional Única de Negociación señalaron que el magisterio opuesto a dicha reforma, a la cual califican de punitiva, mantendrá las movilizaciones, bloqueos carreteros y actos de protesta previstos en todo el país.
«El gobierno se sigue equivocando si piensa que por la fuerza va a derrotar una demanda legítima no solo de los maestros, sino de muchos sectores sociales que van desde intelectuales hasta la Iglesia», añadieron.
Enrique Enríquez, secretario general de la sección nueve, y Francisco Bravo, de la dirección política de la CNTE, se refirieron a las declaraciones del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Afirmaron, en entrevista con el diario La Jornada, que la demanda de la CNTE para un diálogo se mantiene.
Los dos encuentros recién efectuados no mostraron una verdadera sensibilidad para escucharnos y se sostiene la postura de no a la revisión de la reforma educativa, y eso no es un diálogo, subrayaron.
Osorio dijo la víspera, en un mensaje a los medios de comunicación, que el gobierno federal actuará en breve para desbloquear las vías de comunicación en los estados de Oaxaca y Chiapas.
Aseveró que «Hemos estado en la mesa por horas, escuchando con apertura y atención sus planteamientos» y recalcó que «el tiempo se ha agotado».
«Pero siempre dejando claro que en una negociación no puede ser todo o nada, que en el diálogo se trata de buscar puntos de acuerdo, acercar posturas y que por definición requiere que ambos lados den de su parte», amplió.
La única condición de nuestro lado ha sido que se deje de afectar a los ciudadanos, precisó.
Esto ocurre a casi dos semanas del enfrentamiento entre maestros, pobladores y policías en Nochixtlán, Oaxaca, que dejó al menos ocho muertos y varias decenas de heridos.