Beijing (PL) La Fiesta de la Primavera, que cae el primer día del primer mes lunar, es el festival más importante de China, un tiempo para la reunión familiar y practicar costumbres y tradiciones, en esta ocasión dedicado al Gallo.
El calendario lunar se asocia con el zodiaco chino, que tiene 12 signos de animales: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo, y cada uno de ellos representa un año en el ciclo.
El intrépido Mono, que gobernó en 2016, da paso ahora al ingenioso y valiente Gallo este 28 de enero, primer día del Año Nuevo y que representa el año 4715 según el calendario de este milenario territorio.
Legendariamente, la Fiesta de la Primavera comienza en los primeros días del doceavo mes del anuario lunar y dura hasta mediados del primer mes lunar del año siguiente. Sin embargo con la modernización de China, algunas usanzas tradicionales todavía se siguen hoy, pero otras se han olvidado.
Cuentan las personas de más edad que el Dios de la Cocina es el primero en visitar los hogares por estos días para supervisar el carácter moral de cada casa.
También las familias llevan a cabo una limpieza a fondo de la vivienda el día 24 del mes 12 en el calendario lunar, para barrer los fantasmas y cosas feas del año que concluye.
Aseo de los enseres, las frazadas, las cortinas de ventanas y puertas, y patios se incluye también en esa faena dedicada a acoger con gusto la nueva primavera.
Según la mitología china, un monstruo llamado nian saldría a dañar a la gente en la víspera de Año Nuevo, por ello, familias y amigos se reúnen y charlan durante toda la noche previa al advenimiento para alejar enfermedades, desastres y desear prosperidad en el entrante.
Pegar dísticos de primavera con frases auspiciosas de buena ventura y para conjurar el mal y desear prosperidad y felicidad en el nuevo año, son parte de los ornamentos en entradas de casas, instalaciones, centros turísticos y hasta en las calles.
No puede faltar la palabra «fu» pegada en sentido inverso, cuyo significado es felicidad o fortuna, junto a papeles recortados que reviven escenas de labranza, trabajo de tejer, pesca, pastoreo de ovejas, cebadura de puercos y cría de pollos, entre otras tareas.
Asimismo se incluyen mitos, leyendas e historias de ópera, pero los de plantas, pájaros, peces e insectos y de los animales de los 12 signos zodiacales chinos son los más frecuentes.
Debido a las variadas costumbres, algunos visitan las tumbas de los ancestros en las afueras y otros encienden varillas de incienso para saludar a los antepasados de rodillas.
La explosión de petardos (hechos de rollos de papel con pólvora) es una tradición que data de más de dos mil años en China.
Los primeros explosivos se emplearon para ahuyentar a los demonios. Pero con el tiempo su uso se convirtió en una práctica famosa para poner ambiente o armonía al Año Nuevo.
Es la última noche del año lunar en la que para adorar a los antepasados con ofrendas, se queman petardos, se hace la cena de la familia entera y se cumple la vigilia.
Esa noche los chinos se reúnen en casa para cenar juntos. El banquete no empieza hasta que todos estén presentes. Si algún miembro faltara, se pone un servicio para esa persona en la mesa, simbolizando la reunión completa de la familia.
Sin embargo, al presente, tener la cena de la noche vieja en restaurantes es una moda nueva y su venta crea gran furor, por lo que las reservaciones de sitios para cenar se hacen con meses de antelación ya que por estos días todo está copado o los precios se triplican para obtener tan solo el derecho a la mesa.
Si de comida se trata, los ravioles y niangao son alimentos tradicionales en la Fiesta de la Primavera.
En el norte, los ravioles se preparan en la noche vieja y se comen a las 12 de la noche para desearse buena suerte; la gente a menudo agrega monedas, caramelos, castañas, dátiles o semillas de maní en el relleno.
Al que le toca una moneda, se cree que ganará mucho dinero en el nuevo año; si le cae con caramelo, su vida será dulce; y cuando le toca uno con maní, tendrá buena salud y vivirá mucho tiempo.
Lo que sí es seguro es que casi en todas partes de China se prepara niangao, con harina de arroz glutinoso u otros cereales, un pastel de alusión a una vida cada año mejor.
Otra tradición es la de regalar dinero envuelto en sobres rojos a los menores de edad, pues se cree que espanta a los diablos y trae buena suerte a los niños; en la actualidad sigue siendo popular entregar estas dádivas en la Fiesta de la Primavera.
En tanto, se mantienen las visitas como una de las costumbres de esta temporada, así como el saludo y los buenos augurios para los familiares, amigos e incluso desconocidos por las calles.
No obstante, con la modernidad, hoy también suele felicitarse a parientes y amistades por telegramas, teléfonos o redes sociales.
Las danzas del dragón y del león, bailes enraizados de la etnia han, siguen saliendo a la palestra pública pero ya se ven menos en zonas urbanas que en las rurales debido a que estas últimas son las que conservan las celebraciones más tradicionales.
Año Nuevo Chino: costumbres, tradiciones, tiempo familiar
Por Damy Vales