Historia de una agresión: la base naval de EE.UU. en Guantánamo

Por Nuriem De Armas

Guantánamo, Cuba, 5 may (PL) La base naval estadounidense en Guantánamo, con más de una centuria de permanencia en territorio cubano, es una agresión permanente a la soberanía, la cultura y al desarrollo de esta nación caribeña.
El historiador de esta orienta provincial, José Sánchez, reafirmó en entrevista exclusiva con Prensa Latina que desde su establecimiento oficial en 1903, el enclave militar tuvo como fin apoderarse del territorio de la mayor isla del Caribe y tener aquí un punto de lanzamiento para dominar la región.
De acuerdo con el experto, la historia de la base naval ha pasado por tres etapas, la primera se extiende desde su establecimiento oficial hasta 1939, inicio de la primera guerra mundial; por esa época su finalidad era abastecer a la flota de la hulla o carbón de piedra.
Además fue punto de salida de varias invasiones a países como Nicaragua, Guatemala y Nicaragua, donde se gestaban movimientos insurreccionales.
Agregó que de esa misma manera se sofocaron revueltas dentro de la isla, despliegues militares totalmente injerencistas en cuestiones netamente nacionales.
Con el inicio de la primera conflagración mundial, el gobierno norteamericano reafirmó su interés en esa zona por su valor estratégico e inició un proceso de fortalecimiento y ampliación de sus instalaciones. A partir de ese momento se convierte en base de operaciones, comentó.
Más tarde pasó a ser centro de entrenamiento de la flota del Atlántico, donde año tras año acudían miles de marines a realizar su preparación.
Esta época fueron tiempos de desarrollo económico de las zonas aledañas, apuntó Sánchez, pero influenciaron en la cultura local imponiendo nombres estadounidenses a los diferentes establecimientos de la localidad y exigiendo el dominio del idioma inglés, entre otras formas de penetración.
Mientras, los pobladores de las ciudades de Caimanera y Guantánamo sufrieron los desmanes y ultrajes de los marines durante sus visitas en los días de franco, incluyendo ofensas a sus habitantes y a la moral pública.
Durante la última etapa de las luchas de liberación nacional desde la base se reforzaron con aviones de combate y artillería las fuerzas del ejército de Fulgencio Batista (1952-1959), señaló el especialista.
Apuntó que terminar con esto fue una victoria del hoy presidente Raúl Castro mientras dirigía las tropas del Ejército Rebelde, pues sus acciones guerrilleras dieron al traste con esos suministros.
Tras el triunfo de la Revolución en 1959, el panorama social de la región se transformó luego de prohibirse el pase hacia los poblados limítrofes de los soldados estadounidenses, subrayó.
Asimismo, se incrementaron otras acciones en contra del proceso revolucionario que se adelantaba en Cuba, entre ellas mencionó infiltraciones de comandos para sabotajes y atentados contra la vida de los dirigentes de la Revolución.
Para la seguridad de la región y nacional se creó la brigada fronteriza, cuyas tareas cumplen los soldados cubanos con firmeza, serenidad y control, afirmó.
De acuerdo con el historiador, en la actualidad los especialistas expresan su preocupación acerca del sostenido desarrollo que impulsa Estados Unidos en la base, y señaló que recientemente se colocó allí un cable oceánico internacional con un costo de cerca de 30 millones de dólares.
Es llamativo que prosiga el desarrollo de ese enclave aun cuando en la actualidad asegura el gobierno de Washington que ha perdido valor estratégico, dado por el avance tecnológico de la defensa coheteril de largo alcance, aseveró.
Consideró Sánchez que la base ha sido un obstáculo para el desarrollo de Guantánamo, pues los 117 kilómetros cuadrados que ocupa son de suma importancia para el comercio, el turismo, así como por su riqueza natural.
Recalcó también los daños ambientales provocados al disecar parte del territorio cenagoso para convertirlo en polígonos de pruebas de armamento, por lo que en la actualidad ocurren inundaciones en las localidades más próximas.
De 4 al 6 de mayo el oriental territorio de Guantánamo acoge a 300 pacifistas e integrantes de movimientos por la paz mundial que debaten acerca del peligro que representan las bases militares.
Uno de sus principales reclamos es la devolución del territorio ocupado de forma ilegal a su legítimo dueño: el pueblo cubano.

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