Washington, 22 may (PL) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió a dos de los principales oficiales de inteligencia del país ayudarlo a rechazar la investigación sobre una presunta complicidad entre su campaña y Rusia, reveló hoy The Washington Post.
En la continuación de una serie de trabajos publicados en las últimas semanas sobre este tema, el diario indicó que el mandatario hizo llamamientos separados al director de Inteligencia Nacional, Daniel Coats, y al titular de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Michael S. Rogers.
La publicación cita a funcionarios actuales y antiguos, según los cuales el jefe de Estado pidió a esas dos figuras negar públicamente la existencia de cualquier prueba de connivencia durante las elecciones de 2016.
Según las fuentes, que a decir del periódico hablaron bajo la condición de anonimato, Coats y Rogers se negaron a cumplir con las solicitudes y ambos las consideraron inapropiadas.
El reporte precisó que Trump solicitó la asistencia de los dos después de que el exdirector del Buró Federal de Investigación James Comey declarara ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes el 20 de marzo.
Comey, despedido por el presidente el 9 de mayo, manifestó que la agencia estaba investigando la naturaleza de los vínculos entre individuos asociados con la campaña de Trump y Rusia.
Los funcionarios citados por el Post aseguraron que la conversación del mandatario con Rogers fue documentada simultáneamente en una nota interna escrita por un alto funcionario de la NSA.
No está claro si una nota similar fue preparada por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional para dejar constancia del diálogo de Trump con Coats.
El periódico sostuvo que tales memorandos podrían ponerse a disposición del fiscal especial que ahora supervisa la pesquisa, y de los investigadores del Congreso, quienes podrían explorar si Trump intentaba impedir el trabajo del FBI.
La información agregó que el testimonio de Comey sobre el alcance de las indagaciones del buró perturbó al jefe de Estado, quien ha desestimado el caso del FBI y del Congreso como una «cacería de brujas» y ha reiterado que no hubo colusión.
Un alto funcionario de inteligencia consideró que el objetivo de Trump era «enturbiar las aguas» sobre el alcance de la investigación de la agencia en un momento en que los demócratas estaban aumentando sus peticiones para que el Departamento de Justicia nombrara un fiscal especial.
La Casa Blanca no confirma ni niega afirmaciones sin fundamento basadas en fugas ilegales de individuos anónimos, manifestó al Post un portavoz de la presidencia.