México, 30 may (PL) La ciudad de Reynosa, en la frontera con Estados Unidos, resulta hoy un campo de batalla protagonizado por el crimen organizado que registra al menos 36 homicidios en el último mes.
La violencia se recrudeció tras la muerte a manos de las autoridades de Juan Manuel Loisa, alias comandante Toro, líder del cartel del Golfo en esa urbe.
Desde entonces los habitantes de la ciudad buscan sobrevivir a los enfrentamientos armados entre grupos rivales, incluido el cartel de los Zetas, que se disputan el control de la plaza y el mercado de la droga.
Según la alcaldesa, Maki Ortiz, del partido Acción Nacional, el municipio que preside (allí habitan un millón de personas) precisa de la solidaridad nacional, incluido el reforzamiento de la presencia de fuerzas federales para combatir al crimen organizado.