El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, aseguró que la inflación “no está desanclada y no está fuera de control”, a pesar de que se encuentra por arriba del 6.0 por ciento y cumplió 10 meses consecutivos de precios al alza.
Durante la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer, aseguró que las metas de inflación de largo plazo siguen bien ancladas, pues explicó que las acciones de política monetaria tardan en reflejarse en la economía, y sí están funcionando.
En ese sentido, comentó que de no haber elevado las tasas de interés de un nivel de 3.0 a 6.75 por ciento (desde finales de 2015 a la fecha), hoy la inflación estaría en niveles cercanos a 8.0 por ciento, pero debido a las medidas tomadas hoy está en dirección a bajar al 3.0 por ciento.
“Si no hubiéramos hecho nada lo más probable es que ahorita estuviéramos en tasas de inflación cercanas al 8.0 por ciento y que realmente la inflación se hubiera desanclado y hacia finales del año entrante estaríamos a niveles de alrededor del 7.0 por ciento.
“Si hubiéramos sido tímidos al momento del triunfo de Trump también estaríamos todavía a finales del año con una inflación muy alta, y con lo que hemos hecho estamos cercanos o en trayectoria a la convergencia del 3.0 por ciento”, aseguró.
Durante la primera quincena de mayo, la inflación se ubicó en 6.17 por ciento que incorporó alzas en diversos productos como el aguacate (que tiene el precio más alto de los últimos 18 años), además del alza en las gasolinas, en las tarifas de autotransporte y la depreciación del tipo de cambio, sumando a un aumento de la volatilidad.
El gobernador del banco central indicó que esta tendencia no continuará hacia delante, pues hay factores que ya comienzan a cambiar, como los precios de la gasolina e incluso el impacto por el aumento del transporte.
“Ya las expectativas para el año entrante y años subsecuentes nos están dando luz de que la inflación va a regresar a un nivel más normal”, dijo al destacar que se prevé que al inicio de 2018 se espera una caída importante en la inflación porque no se tendrá el efecto de las gasolinas como sucedió este año.
Recordó que la meta del Banco de México es una inflación de 3.0 por ciento (más/menos un punto porcentual) y “creemos que vamos a estar muy cerca de ello. El punto complicado ahorita es que pensamos que esta es la trayectoria que va a seguir la inflación pero todavía no la estamos viendo, eso hace que estemos muy vigilantes en el Banco”.