México, 17 jul (PL) Cancún, uno de los principales polos turísticos de México, vive hoy inéditos niveles de violencia e inseguridad, provocados por las disputas entre carteles de la droga.
La situación obligó a habitantes y turistas a cambiar hábitos y evitar actividades nocturnas, por temor a verse involucrados en hechos violentos.
Un diagnóstico en materia de seguridad pública y gobernabilidad, encargado por el gobierno de Quintana Roo a Lantia Consultores en 2016 señala la presencia de bandas criminales, particularmente en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, Othón P. Blanco, Cozumel y Felipe Carrillo Puerto; es decir, casi en la mitad del estado.
Se trata de células de los carteles del Pacífico y Jalisco Nueva Generación, que operan en Cancún, Chetumal y otros municipios.
En Quintana Roo la banda Los Sureños está relacionada con Los Zetas, y Los Pelones con el Cartel del Golfo, indica el informe.
Ese mismo diagnóstico revela que existen grupos criminales locales «en ocasiones relacionados con actores o grupos políticos», que se dedican al tráfico de mercancías, personas, piratería, comercio informal y narcomenudeo».
También confirma las declaraciones hechas por militares, luego del ataque a la Fiscalía General, en enero pasado, en torno a la existencia del llamado Cartel de Cancún, compuesto por desertores de otras organizaciones criminales.