La Habana, 10 sep (PL)La fuente de energía más importante hoy en día es el petróleo, pero es poco conocido que su empleo data desde la prehistoria en distantes regiones del orbe como América, Asia, Europa y Oriente Medio.
Relatan los historiadores que a la llegada de los conquistadores a América el petróleo ya era conocido por los pueblos originarios, quienes lo utilizaban con fines medicinales, como fuente de iluminación, y para sellar las grietas de las canoas y así evitar la penetración del agua.
De los indios americanos, los españoles aprendieron a utilizar el carburante en la impermeabilización de sus embarcaciones y para tratar sus armas, un dato curioso es que el primer envío de crudo registrado por Venezuela data de 1539, un barril con destino a España para aliviar la gota del emperador Carlos V.
Hace unos cuatro mil años, según el filósofo de la antigüedad Herodoto, el asfalto se utilizó en la construcción de los muros y torres de Babilonia, ciudad donde además, existían pozos de petróleo.
Otra referencia consta en las tabletas del antiguo imperio persa, donde también se ilustra el uso del combustible, una vez más, con fines medicinales y de iluminación, bondades reservadas exclusivamente para las clases altas de la sociedad.
La Biblia, describe que Dios dijo a Noé: «Haz un arca de madera resinosa y recúbrela con brea por dentro y por fuera»; y según el pasaje esto le permitió sobrevivir el diluvio universal, el texto religioso refiere que se utilizó utilizado para pegar los ladrillos de la torre de Babel.
Aunque diferentes civilizaciones sin interacción entre sí utilizaron el crudo existen similitudes en su empleo pero variaciones en sus nombres, por ejemplo, en México le llamaban Chapopoteras, los incas Copey, en los Estados Unidos Seepages, los romanos Lacus Asfaltitus, los persas le decían Mum y los egipcios le llamaron Mumiya, algo así como betún para embalsamar.
La historia del uso del petróleo llega hasta la era moderna donde constituye una materia prima de primer orden, se utiliza la producción de lubricantes, parafinas, asfaltos, grasas para vehículos y productos de uso industrial.
Además su empleo se extiende a la industria petroquímica en plásticos, acrílicos, guantes, pinturas, envases diversos, detergentes, fibras textiles e insecticidas.
Esta imprescindible fuente energía es un recurso no renovable, alertan los científicos desde hace años, su formación requiere el paso de millones de años y su explotación desmedida puede llevar a un mundo sin petróleo.
Pero cuáles serían las consecuencias de encontrarnos ante ese panorama, las teorías son diversas, las más pesimistas anuncian el cataclismo de la modernidad y otras impulsan el desarrollo de otras alternativas como el empleo de la luz solar el aire o la biomasa.
Lo cierto, es que desde hace décadas la posesión del petróleo se convirtió en un elemento de poder, causante de múltiples guerras disfrazadas en las que subyace el interés por poseer ese inestimable recurso.