México, 6 nov (PL) México, uno de los países del mundo con grandes reservas de hidrocarburos importa hoy el 60 por ciento de las gasolinas y el 44 de diésel, al carecer de una potente infraestructura industrial para el refinado.
Para los expertos, Petróleos Mexicanos (Pemex) no logra los avances esperados con la reforma energética lanzada por el gobierno, aun cuando empresas trasnacionales se han asociado en la búsqueda y extracción del crudo. Mientras, el presidente Enrique Peña Nieto continúa apostando, antes que finalice su periodo el próximo año, en que el país vuelva a ser altamente productor de petróleo.
En los siete primeros meses del año, Pemex bombeó 2.1 millones de barriles diarios en promedio, frente a los casi 2.2 millones extraídos entre enero y julio de 2016.
De acuerdo con los expertos la producción media al cierre de este año estará en 1.9 millones, casi 200 mil menos que en periodos anteriores.
La merma en la producción lleva tiempo sacudiendo al sector, pero la tendencia se ha exacerbado en los tres últimos años, cuando la petrolera estatal tomó las medidas más drásticas de reducción del bombeo.
La producción de crudo bajó de dos millones por primera vez en casi 40 años, caída dada por una combinación de factores que van desde el agotamiento de algunos yacimientos estratégicos o los bajos precios del petróleo en los mercados internacionales por el exceso de oferta.
Con este volumen de extracción México podría caer del lugar 12 del ranking global de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).