Panamá, 20 nov (PL) Unos 82 mil adolescentes a nivel mundial murieron en 2015 a causa de la violencia, de los cuales la mitad se registraron en Latinoamérica y el Caribe, región que comprende el 10 por ciento de esta población.
Según la directora regional del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) para América Latina y el Caribe, María Cristina Perceval, resulta imposible o poco probable lograr un desarrollo sostenible, «si consentimos que la violencia contra los niños siga siendo vista como algo inevitable, inocuo, natural y hasta conveniente o necesario».
A propósito de celebrarse hoy la Convención de los Derechos del Niño, aprobada el 20 de noviembre de 1959, la alta funcionaria hizo un llamado urgente para erradicar toda forma de violencia infantil, uno de los eslabones fundamentales para hacer realidad los ambiciosos objetivos de desarrollo de la Agenda 2030 de Naciones Unidas.
Precisó que mientras en otras partes del mundo, uno de cada cuatro cuidadores considera que el castigo físico es necesario para criar y educar adecuadamente a los niños, en «nuestra región uno de cada dos menores de 15 años son víctimas de golpes en el hogar», fenómeno más frecuente hasta los cinco años.
Perceval aseveró que pese a que varios estudios reflejan una disminución del castigo físico como método de disciplina y aprendizaje en las escuelas, aún tres de cada 10 adolescentes entre 13 y 15 años son víctimas del acoso, además de registrarse un preocupante aumento del maltrato emocional.
No obstante, recordó que la Convención sobre los Derechos del Niño establece la responsabilidad que le cabe a los Estados de adoptar «cuantas medidas sean adecuadas para velar porque la disciplina escolar se administre de modo compatible con la dignidad humana del niño».
En su intervención, la máxima representante regional de Unicef, con sede en esta ciudad, también se refirió al 1,1 millón de niñas entre 15 y 19 años que son víctimas de la violencia sexual en América Latina y el Caribe o las que fueron forzadas por alguien cercano o conocido a tener relaciones íntimas.
A esta estadística se suman los 176 millones de menores de cinco años que viven con una madre, víctima de la violencia de pareja, por lo que resulta impostergable sumar voluntades para poner fin a la violencia contra los niños como cuestión fundamental de derechos humanos y justicia.
En el caso particular de Panamá, la directora de la Secretaria Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Yasmín Cárdenas, afirmó que a pesar de las campañas, los abusos continúan y muestra de ello son los 600 niños que hasta la fecha recibieron atención psicológica y social en la institución a causa de la violencia.
Subrayó que entre los delitos más denunciados sobresalen el abuso, los actos libidinosos y sexuales.