Beijing, 7 ene (PL) La Ciudad Prohibida -milenario sitio que marca el centro de Beijing– abrirá este año el 80 por ciento de sus áreas a los visitantes, luego de avanzar en sus planes de sacar oficinas de empleados a otros edificios.
El lugar, también denominado Museo del Palacio, completó la primera y la segunda fases de los espacios subterráneos que acogerán 900 mil reliquias de distintos tipos.
Según sus directivos, antes de julio próximo prevén terminar la tercera fase de ese proyecto y abrir más áreas al público.
Además, hacia 2020 está previsto aumentar a 85 por ciento los espacios disponibles para los visitantes, eliminar la mitad de las oficinas y poner en funcionamiento salas con alta tecnología en la conservación de los objetos expuestos.
La Ciudad Prohibida está en plena renovación y como parte de ese proceso el año pasado comenzó a vender por internet las entradas, una iniciativa orientada a frenar las colas extensas en el lugar.
Además, desde junio de 2015 limitó la comercialización de los tickets a 80 mil diarios y así el exceso de visitantes en vacaciones.
Ese complejo, conocido también como el Palacio Imperial, era el centro del poder de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911).
Fue bautizado con el nombre de Ciudad Prohibida porque las personas corrientes no podían entrar sin permisos especiales en aquella época, a excepción de los cortesanos.
Allí vivieron 24 emperadores hasta 1911, cuando tuvo lugar la revolución que derrocó al régimen de la última dinastía feudal de China, la Qing.