Washington, 22 nov (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró hoy la amenaza de cerrar la frontera de su país con México, incluidos los intercambios comerciales, bajo el pretexto de problemas migratorios.
Si se llega a un nivel en el cual perdemos el control o personas pueden resultar heridas, cerraremos el ingreso por un periodo, manifestó el mandatario a periodistas en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida.
Trump viajó al sureño sitio hace dos días para pasar este jueves el Día de Acción de Gracias, una de las principales festividades de Estados Unidos.
De acuerdo con el gobernante republicano, la probable medida sería para toda, recalcó, la línea divisoria, y México no podrá vender automóviles a su vecina nación del norte.
A mediados de octubre, en el auge de la campaña para las elecciones de medio término del pasado 6 de noviembre, Trump expresó intenciones similares a propósito de los migrantes centroamericanos que se dirigían en caravana a territorio estadounidense.
La víspera, el portal Military Times divulgó que la Casa Blanca firmó un memorando para permitir a las tropas norteamericanas desplegadas en el área limítrofe participar en algunas funciones de aplicación de la ley y usar la fuerza letal si fuera necesario.
Según el medio, se trata de una orden emitida por el jefe de Gabinete de la mansión ejecutiva, John Kelly, la cual permite a los militares realizar las actividades de protección que el Secretario de Defensa determine que son razonablemente necesarias para respaldar a los agentes fronterizos.
Tales medidas comprenden además el control de multitudes y la detención temporal, algo que expertos consideran que puede entrar en conflicto con la Ley Posse Comitatus.
Esa legislación prohíbe a la mayor parte de los cuerpos uniformados federales ejercer atribuciones propias de las fuerzas de orden público, como la policía, en propiedades no federales dentro del territorio nacional.
Military Times apuntó que las unidades castrenses siempre tienen el derecho inherente a la autodefensa, pero la protección de los agentes fronterizos en territorio estadounidense es nueva.
A los soldados se les otorgaron atribuciones adicionales en años anteriores para ayudar en el enfrentamiento a las drogas, pero la autorización generalizada del uso de la fuerza para miles de tropas en servicio activo es exclusiva de este despliegue, subrayó la publicación.
Con el fin de impedir la entrada de migrantes centroamericanos, en estos momentos hay cinco mil 900 militares y dos mil miembros de la Guardia Nacional en la frontera sur.
Esa decisión de Trump ha sido criticada por generales retirados, expertos en seguridad y veteranos de guerra, entre otras voces.