Washington, 22 nov (PL) Casi 150 niños inmigrantes continúan hoy en Estados Unidos alejados de sus padres como víctimas de las criticadas prácticas del Gobierno del presidente Donald Trump sobre ese tema, según datos oficiales.
Un informe difundido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos puntualizó que exactamente 147 menores se encuentran bajo custodia federal casi cinco meses después de una orden judicial para la reunificación familiar.
Debido a la rechazada política de «tolerancia cero» hacia inmigrantes sin documentos, dos mil 667 pequeños fueron separados de sus progenitores.
Inicialmente, la administración identificó a dos mil 654 afectados por la referida situación, pero hace poco tiempo elevó en 13 esa cantidad.
La fuente expuso que los padres de 30 niños fueron declarados no elegibles para la unión teniendo en cuenta sus antecedentes penales, aunque algunos, a juicio de organismos civiles, cometieron faltas menores sin afectar su capacidad para cuidar a los descendientes.
Señaló también que los progenitores de los restantes 117 chicos fueron deportados a sus naciones de origen, y 11 no han sido localizados.
Así, siete padres pidieron que los hijos regresaran a su lado, y 99 renunciaron a los derechos de reunificación y solicitaron que sus descendientes permanezcan en Estados Unidos para evitar exponerlos a las existentes condiciones de violencia en sus países.
Cada reunificación tiene para el Gobierno norteamericano un costo promedio de 30 mil dólares, de acuerdo con el informe.
A criterio de Lee Gelernt, abogado de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, todavía hay mucho trabajo por hacer en este asunto y luego las familias necesitarán ayuda médica para lidiar con el trauma de la separación.
La política de «tolerancia cero», aplicada desde mayo último pese al rechazo a nivel nacional y foráneo, estableció que cualquier detenido al cruzar ilegalmente la línea divisoria entre Estados Unidos y México fuera acusado de cargos criminales.
Frente a la presión de diversas voces y con el fin de frenar la división familiar, Trump firmó el pasado 20 de junio una orden ejecutiva, pero quedaron fuera de la disposición quienes habían sufrido la práctica.
Menos de una semana después, el juez federal Dana Sabraw, de San Diego, California, ordenó al Gobierno que procediera de inmediato con la reunificación de familias separadas, pero los plazos dados se cumplieron sin lograr el objetivo de manera total.
En agosto, Sabraw favoreció una estrategia presentada por funcionarios de los departamentos de Salud y Servicios Humanos, Seguridad Nacional, Estado, y Justicia para impulsar y concretar el proceso de unión.
Tal variante se basaba en identificar a las familias, hacer contacto, determinar las intenciones del padre con el niño, resolver cuestiones migratorias del menor, y finalmente transportarlo al país de origen para unirse a su allegado.