Roma (PL) El genio del Renacimiento Leonado Da Vinci (1452-1519) y la simbiosis de arte y ciencia de su obra son recreados este año en Italia y más allá de sus fronteras, donde vivió y dejó su huella el pintor, escultor, arquitecto, urbanista, filósofo, poeta y músico.
Las celebraciones, extendidas particularmente a Gran Bretaña y Francia, están motivadas por el aniversario 500 de la partida del artista, científico y pensador, quien nació en Anchiano, localidad de Vinci, en Florencia y falleció el 2 de mayo de 1519 en la ciudad francesa de Amboise.
Por tal motivo, el día de su deceso marcará el momento cumbre de casi un centenar de exposiciones, ciclos de conferencias, talleres y otras actividades para homenajear al ilustre humanista, muchas de ellas desarrolladas desde mediados de 2018 y otras tantas se extenderán hasta inicios de 2020.
El genio de Da Vinci es universalmente conocido en la pintura por piezas como «Adoración de los Magos», su primera gran obra (1481-1482), «La dama del armiño» (1490), «Ultima Cena» (1494-1498), «Mona Lisa» (1503-1519) y «Hombre de Vitrubio» (1490), dibujo a pluma y tinta sobre las proporciones anatómicas del cuerpo humano.
Una parte importante de la celebración ocurrirá en la capital lombarda bajo los auspicios del comité coordinador «Milán y Leonardo» cuyos proyectos cobrarán vida el día del aniversario de su muerte con la reapertura de la Sala delle Asse, uno de los espacios del Museo de Arte Antiguo del Castillo Sforzesco.
Hasta el 2 de enero del año próximo, otra muestra en la Sala delle Armi del propio recinto amurallado, a través de un recorrido multimedia, «transportará al visitante a la Milán de Leonardo», tal como apareció ante sus ojos durante sus estancias en esa ciudad entre 1482 y 1512, auguran sus organizadores.
Ella incluirá un mapeo visual georeferenciado sobre todo cuanto se conserva de su obra en la urbe, museos, iglesias y edificios del territorio.
En el emblemático Castillo Sforzesco, símbolo de poder, devenido complejo de museos, reliquia de historia y arquitectura que data de 1482, se recrea y refuerza cuanto se conoce del polifacético Leonardo, quien vivió más de 20 de sus 67 años de existencia en la hoy capital económica e industrial de Italia.
La ingeniería fue la principal ocupación de Da Vinci en esa ciudad donde realizó sus primeros trabajos de importancia para el mecenas y duque milanés, Ludovico Sforza, quien le encargó diversas tareas y por sus resultados le confirió el título de «Apeles Florentino», reservado a grandes pintores.
Bajo las órdenes de Ludovico, el artista toscano organizó fiestas y espectáculos con suntuosas decoraciones, pintó además varios retratos de la corte de Milán, algunos de los cuales se exhiben en el castillo.
A Leonardo se le reconoce igualmente la autoría de los estudios para la cúpula de la Catedral de Milán y la versión en arcilla para el molde de «Il Cavallo» (1482-1493), dedicado a Francisco Sforza, padre de Ludovico.
Por los cinco siglos transcurridos desde su adiós, devenido un hasta siempre por la perdurabilidad de su obra, se inaugurará también este año en la Capilla Ducal del propio Castillo, la exposición Leonardo y la Sala delle Asse entre naturaleza, arte y ciencia.
El propósito de esa muestra será resaltar las relaciones iconográficas y estilísticas entre las decoraciones artísticas de ese recinto por Leonardo y la cultura figurativa de otros maestros italianos y extranjeros.
El Palacio Real dedicará al artista dos exposiciones: «El maravilloso mundo de la naturaleza antes y después de Leonardo», así como «La cena de Leonardo para Francisco I: una obra maestra en seda y plata».
La primera, prevista a partir del 4 de marzo al 23 de junio, buscará explicar cómo Leonardo pudo cambiar la percepción y representación de la naturaleza en la Lombardía del siglo XVI.
Por su parte, la segunda, del 7 de octubre próximo al 23 de enero de 2020, presentará por primera vez tras su restauración la copia, hecha por Leonardo entre 1505 y 1510 de la «Ultima cena», original realizado en el cenáculo de la iglesia dominica de Santa María de las Gracias, en Milán.
La reproducción la hizo el artista para la corte francesa que quiso apropiarse de la pintura mural, pero que de ninguna manera podía ser transportada.
Tras regresar a Italia el tapiz fue donado en 1533 al papa Clemente VII y desde entonces pertenece a los Museos Vaticanos. Además, por el quinto centenario, la Biblioteca Ambrosiana de la capital lombarda, desde el pasado diciembre y hasta septiembre próximo, exhibe el «Codex Atlanticus» (1478-1519).
En mil 119 hojas, el genio abordó una gran variedad de temas como el vuelo, armamentos, instrumentos musicales, matemáticas y botánicas, cuando aún vivía en Vinci. «Leonardo da Vinci Parade» da título a la muestra del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, en Milán, donde se expondrán 52 diseños de las máquinas y artilugios construidos en 1952 a partir de dibujos de Da Vinci, los que se combinaran con algunas pinturas en una «inusual combinación de arte y ciencia», anunciaron sus promotores.
Vinci en la Florencia natal de Leonardo En la ciudad natal del prolífico artista se abrirá la muestra «Leonardo da Vinci», la cual se remontará a los orígenes del genio y cuanto le ofreció la tierra que lo vio nacer para su desarrollo en las más variadas ramas del saber y el arte.
En Florencia, capital de la región Toscana, también por en el marco de la conmemoración, se muestra actualmente, en calidad de préstamo, el conocido «Codex Hammer», famoso por haber sido escrito al revés con la ayuda de un espejo.
La célebre Galleria dgli Uffizi, donde además está expuesta la primera obra de Leonardo, «Paisaje con río», realizada en agosto de 1473, acoge la muestra «El Agua, Microscopio de la Naturaleza.
El Códice Leicester». El volumen de 72 páginas con 360 ilustraciones que Leonardo escribió entre 1504 y 1508, fue adquirido por Thomas Coke, conde de Leicester, del pintor italiano Giuseppe Ghezzi quien, según cuentan, lo descubrió entre libros y documentos pertenecientes al escultor milanés Guglielmo Della Porta, al parecer su primer dueño, fallecido en 1577.
Los descendientes de Leicester conservaron el valioso manuscrito por más de dos siglos y en 1980 a través de una subasta rematada en Londres por 5,6 millones de dólares, pasó a manos del coleccionista de arte Armand Hammer.
En otra puja, 24 años después, fue adquirido por un valor de 30,8 millones de dólares, por el empresario informático Bill Gates, quien lo prestó para la exhibición.
El famoso documento del artista, considerado como uno de los grandes inventores de toda la historia, y para quien no debería existir separación entre la ciencia y el arte, fue exhibido por última vez en Italia en 1995 y en Florencia en 1982.
Paolo Galluzzi, presidente del comité para el Año de Leonardo da Vinci en Italia y uno de los mayores conocedores de su obra es el curador de la exposición.
Para el también director del florentino Museo Galileo Galilei, la muestra «invita a hacer un viaje a una época de visiones intrépidas, de proyectos futuristas y de pensamientos de inigualable genialidad».
El Códice Leicester o Hammer, terminado entre 1506 y 1513, a diferencia de miles de páginas de sus cuadernos de notas, está dedicado básicamente al estudio del agua e incluye reflexiones muy avanzadas sobre la constitución material de la Luna y su luminosidad, así como la historia del planeta Tierra y sus continuas transformaciones.
Los estudiosos de su obra creen que este códice no era parte de los manuscritos que Da Vinci dejó en herencia a Francesco Melzi (1493-1570) pues no estaba identificado con sus notas y abreviaturas como ocurrió con los otros.
Para el director de la Galleria dgli Uffizi, Eike Schmidt, la muestra, concebida por él desde 2015, cuando el manuscrito fue expuesto en el Instituto de Arte de Minneapolis, en Estados Unidos, evoca un hecho histórico porque fue en Florencia donde Leonardo comenzó a crecer como artista, ingeniero y científico.
A través de la innovadora técnica multimedia del «Codescope», el visitante puede navegar por las hojas individuales del códice en pantallas digitales y acceder a la transcripción de textos e información diversa sobre los temas que aborda.
Además del Códice de Leicester se exhiben, entre otros, el también famoso «Códice sobre el vuelo de las aves», prestado para la ocasión por la Biblioteca Real de Turín, así como el antes mencionado «Codex Atlanticus», cedido por la Biblioteca Ambrosiana.
De los más de 50 mil documentos sobre los más diversos temas elaborados por Leonardo Da Vinci, sobrevivieron unos 13 mil, la mayoría de ellos conservados en el archivo de la Ciudad del Vaticano, los cuales lo definen como el genio más polifacético en la historia de la humanidad.
Entre las múltiples actividades del homenaje por el adiós del célebre florentino, estará también la emisión este año de una moneda conmemorativa de dos euros.
En ella estará representada la pintura al óleo sobre madera «La dama del armiño», regalo de Ludovico Sforza a su amante, Cecilia Gallerani el cual se conserva en el Museo Czartoryski de Cracovia.
En este 2019, en Italia y más allá donde Leonardo dejó su impronta, la ingeniosidad contemporánea se inspira en mostrar en toda su dimensión la insaciable curiosidad y creatividad de un hombre que cinco siglos después de su muerte sorprende por su versátil inteligencia y su impresionante sensibilidad.