A un mes de la explosión un ducto de Pemex en Tlahuelilpan, Hidalgo, familiares denuncian que los trabajos para identificar a las víctimas avanzan con lentitud.
Cuestionan que las autoridades forenses estiman que las pruebas de ADN durarán de cuatro a seis meses.
Actualmente la cifra de fallecidos por el estallido se mantiene en 130, mientras que la de desaparecidos oscila entre 60 y 80.