El Senado de la República aprobó en lo general y particular reformas que combaten la defraudación fiscal a través de empresas fantasma y la compraventa de facturas falsas.
Los legisladores avalaron tipificar la defraudación fiscal como delincuencia organizada y aplicar prisión preventiva oficiosa a los ciudadanos que evadan al fisco.
Las bancadas del PAN y PRD consideraron como excesivos los alcances de las reformas, a las que calificaron como “terrorismo fiscal”, y acusaron que con ellas se perseguirá a los contribuyentes pequeños y no a los grandes evasores.