Ginebra, Suiza, 8 nov (Prensa Latina) Alrededor de 95 mil 600 migrantes y refugiados, en su mayoría de Asia, África y Medio Oriente, arribaron a Europa a través del mar Mediterráneo este año, mientras otro mil murieron en el intento, informó hoy la OIM.
Grecia y España registraron el mayor número de llegadas (53 mil 163 y 22 mil 544, respectivamente), con un incremento del 84 por ciento en el primer caso, y una disminución de un 55 en el segundo, en comparación con similar etapa de 2018.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al menos mil 91 personas perdieron la vida o desaparecieron en ese mar, y la ruta entre Libia e Italia/Malta resulta la más mortífera (695), seguida por la vía occidental, norte de África-España (325), y el Mediterráneo oriental, Grecia-Chipre (71).
Según el portavoz de la organización, Leonard Doyle, en medio de una oleada cada vez mayor de sentimientos antiinmigrantes en las políticas de todo el mundo, esta impactante cifra ocurre en cierta medida por una actitud más dura y de una total hostilidad hacia quienes huyen de la pobreza y la violencia.
La Unión Europea (UE) se encuentra bajo presión desde el incremento del flujo migratorio en 2015, cuando arribaron al denominado viejo continente más de un millón de individuos, por el desacuerdo entre sus Estados miembro sobre las políticas de acogida.
Un informe reciente del Tribunal de Cuentas Europeo reveló el incumplimiento de los programas de reubicación, así como la ineficiencia en procedimientos de asilo y retorno en el bloque comunitario.
Los países de la UE acordaron legalmente trasladar a 98 mil 256 migrantes del objetivo inicial de 160 mil, sin embargo, tan solo lograron hacerlo con 34 mil 705 desde Gracia e Italia, lo que representa alrededor de un 22 por ciento del total de solicitantes de asilo en el primer caso, y del cuatro por ciento en el segundo.
En Estados Unidos:
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