Washington, 24 nov (Prensa Latina) El propósito del Gobierno estadounidense de transportar migrantes detenidos en Tucson, Arizona, hacia Texas para ser enviados a México recibe hoy el rechazo de organizaciones a favor de esas personas.
La medida, criticada como otras de la administración del presidente Donald Trump en ese asunto, es parte de la expansión del programa Permanecer en México, donde los migrantes deben esperar mientras se analizan sus solicitudes de asilo en Estados Unidos.
Alertas sobre riesgos para la seguridad de los indocumentados y preocupaciones por su acceso a defensa legal fueron expuestas por quienes se oponen a dicha acción.
Chad Wolf, secretario norteamericano de Seguridad Nacional en funciones, confirmó el plan al diario The Arizona Republic y justificó que se debe a supuestas nuevas amenazas y tendencias desarrolladas por los traficantes de personas.
Los migrantes serán transportados en autobuses por más de 480 kilómetros desde Tucson hasta El Paso, Texas, y después llegarán a la mexicana Ciudad Juárez.
Defensores de estas personas manifestaron que Ciudad Juárez está operando a su máxima capacidad y no se puede cumplir con las necesidades básicas.
Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, seis mil 352 inmigrantes irregulares cruzaron la frontera por los 422 kilómetros entre el límite de Nuevo México y el borde este del condado de Yuma, Arizona, aunque no se especificó la cantidad que pidió asilo.