Brasilia, 8 mar (Prensa Latina) Más de tres mil 500 mujeres, que participan en el primer encuentro nacional de Mujeres Sin Tierra, marcharon hoy aquí contra el racismo, el machismo, la violencia y todas las formas de opresión contra la clase obrera.
«Estamos en defensa de los avances en los derechos ganados por la clase obrera que han sido retirados. Lucharemos contra la violencia y el recorte de fondos promovido por el gobierno de (Jair) Bolsonaro a los programas sociales, que debilitan y ponen en riesgo la vida de los más pobres», indica el texto de la convocatoria para la manifestación.
Señala que «caminaremos juntos contra toda forma de violencia, por el derecho a la diversidad, a la autonomía, a la libertad, al derecho y a la soberanía de nuestros cuerpos, por el derecho a existir».
La concentración salió del Parque de la Ciudad hacia el Palacio de Buriti (sede del gobierno del Distrito Federal) y enrumbó después para la Fundación Nacional de las Artes (Funarte), situada junto a la torre de televisión de Brasilia.
Además del Distrito Federal, las Mujeres Sin Tierra se movilizaron en todos los estados del país con caminatas y debates.
La marcha forma parte del programa del encuentro nacional de estas féminas, que se celebra hasta mañana en el Pabellón de Exposiciones del Parque de la Ciudad.
Con el lema «Mujeres en lucha: sembrando resistencia», las Mujeres Sin Tierra de todo Brasil comparten un espacio para intercambiar experiencias y celebrar sus trayectorias de luchas y conquistas.
La expresidenta Dilma Roussef, quien participó anoche en el encuentro, denunció que «vivimos bajo una democracia amenazada. Es obvio que se crea un clima de miedo en Brasil, pero quiero recurrir a la poesía del escritor João Guimarães Rosa que decía que vivir era muy peligroso, pero que lo que la vida quiere de nosotros es coraje, por lo que enfrentar esta situación que vivimos hoy sin miedo es crucial».
Llamó la atención sobre el matrimonio entre el avance de la agenda neoliberal y el autoritarismo en el país, que amenaza especialmente los derechos de las mujeres.
«Tenemos que tener claro que el neoliberalismo y el neofascismo son hermanos siameses. No existe lo uno sin lo otro, y ese es el carácter más perverso de este autoritarismo que nos afecta a todos», apuntó.
Argumentó que la cartilla del gobierno de Bolsonaro necesita encontrar una oposición más robusta y multilateral cada día. «Hay que buscar las fuerzas de todos los movimientos, y ahí creo que las mujeres tienen un papel fundamental, sobre todo con la lucha feminista», remarcó al defender la unión de todos en la defensa del patrimonio nacional y los derechos sociales.