Riad, 25 may (Prensa Latina) El mercado del petróleo se recuperó a partir de recortes históricos de bombeo en Arabia Saudita y Rusia, aunque se auguran hoy posibilidades de otra guerra por solo unos dólares más en el precio del barril.
Otro elemento favorable a esa recuperación se debe a que la extracción del esquito bituminoso se redujo en Estados Unidos.
El barril subió su valor a 70 por ciento y al parecer se registra una estabilidad sobre 30 dólares el tonel y un rango comercial de hasta 35.
Sin embargo, esos precios no son suficientes para los que dependen del crudo con vistas a financiar sus presupuestos, aunque algo es algo, según los observadores.
La posibilidad de estabilizar el mercado incluye también la demanda que ahora está muy deprimida ante la inacción económica causada por las medidas contra la pandemia de la Covid-19.
Las grandes consumidoras de petróleo en Asia oriental, China, Japón y Corea del Sur, contribuyeron a esa tendencia al alza por la reanudación de sus actividades.
De tal manera que todavía hay factores que pudieran retrasar la estabilidad de los precios como una segunda ola de coronavirus o una ruptura total de las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
Los analistas prevén un promedio de 35 por barril este año y quizás más de 50 en 2021.
Mucho depende de la decisión de una reunión programada para el entrante junio de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP) y aliados que lideran Riad y Moscú.
En esa cita, los participantes debatirán si se mantiene el actual recorte de 23 por ciento del bombeo o si lo reducen a 18 puntos.
Se dice que hay un relativo consenso de que el nivel de 23 por ciento debe seguir durante un período más largo e incluso Arabia Saudita fue más allá con una reducción adicional de un millón de barriles por día, respaldada por otros productores del Golfo.
Empero, otros integrantes del cartel como Iraq, Nigeria y Libia, no pudieran adoptar disminuciones por sus graves situaciones financieras.
La gran duda del mercado se centra en la industria norteamericana que sufrió el peor descalabro en su historia con números rojos en un sector siempre redituable.
El aumento de los precios mantiene al West Intermediate Texas, el referente en Estados Unidos, a la expectativa porque los operadores con esquisto no cubren costos a precios de 30 el tonel; solo a más de 40 es posible una recuperación de sus inversiones.
Y al carecer de un control estatal abrirían la llave de sus pozos para buscar mayores ganancias y reponer lo perdido durante la debacle de abril último.
Arabia Saudita estaría en desventaja y sus recortes de extracción carecerían de sentido; se daría la situación anterior, el Reino volvería a explotar sus bombas. En todo caso, una decisión del gobierno de Donald Trump estaría en juego, agregar la industria petrolífera a la lista de sectores que necesitan apoyo ante la pandemia de la Covid-19.
Aunque por ahora se ve algún control, los observadores reflexionan que otra guerra de precios del petróleo está a la distancia de solo unos pocos dólares.