Beijing, 7 ago (Prensa Latina) La empresa china de internet ByteDance informó hoy que demandará al gobierno de Estados Unidos por trato injusto, en respuesta a la orden ejecutiva contra las operaciones de su aplicación Tik Tok bajo preocupaciones de seguridad.
Esa empresa emitió un comunicado de rechazo a la decisión del presidente Donald Trump y expresó consternación, porque en el último año mantuvo las comunicaciones con la parte norteamericana y ofreció soluciones para despejar cualquier inquietud sobre el funcionamiento de la popular plataforma de minivideos.
Consideró la maniobra una infracción a las leyes y advirtió sobre los perjuicios a la confianza de compañías extranjeras con planes de incursionar en suelo estadounidense.
La orden ejecutiva -acotó- siembra un precedente peligroso de violación del mercado libre y abierto y Tik Tok tomará las medidas correspondientes para asegurarse de que se cumplan las leyes.
Trump firmó este jueves el texto que prohíbe cualquier transacción o negocio con ByteDance a partir de 45 días, en un intento por presionarla para dejar las operaciones de Tik Tok en manos de alguna firma doméstica.
Esa medida también incluye a la popular red social WeChat, el similar de Whatsapp aquí.
«La recopilación de datos amenaza con permitir que el Partido Comunista de China acceda a la información personal y privada de los estadounidenses, lo que potencialmente le permite a China rastrear las ubicaciones de los empleados y contratistas federales, crear expedientes de información personal para chantaje y realizar espionaje corporativo», indica el documento.
Al respecto este viernes el Ministerio chino de Relaciones Exteriores reiteró el llamado a Washington a dejar de politizar las cuestiones económico-comerciales, proporcionar un entorno justo y libre de discriminaciones donde las firmas extranjeras puedan trabajar con normalidad.
La Cancillería denunció que la Casa Blanca usa vergonzosamente la seguridad nacional como pretexto, abusa del poder y demuestra su actitud hegemónica.
Tik Tok y WeChat son los nuevos blancos de una ofensiva de Estados Unidos contra el sector tecnológico de China que antes atacó a los fabricantes de teléfonos Huawei y ZTE.
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