Napo en la mira: lo investigan por fraude y lavado de dinero

Una vez más Napoleón Gómez Urrutia se encuentra en medio del escándalo pues ha circulado en diversos medios de comunicación y redes sociales una supuesta investigación internacional, en contra del senador por delitos como lavado de dinero, fraude y tráfico de armas. 

Dicha investigación estaría basada en la vida llena de lujos de la que ha hecho gala el senador y su familia, ya que las cifras no cuadran pues su sueldo como senador y líder sindical no alcanza para cubrir los montos millonarios de las transacciones que realiza, razón por la que se presume podría estar implicado en el tráfico de armas y lavado de dinero del crimen organizado.  

Esta no es la primera vez que a Napoleón Gómez Urrutia se le ha ligado con estos delitos, pues el senador ha estado bajo la mira de la Unidad de Inteligencia Financiera y el SAT, ambas instituciones estarían investigando la procedencia de la riqueza del político, hasta el momento el senador no ha aclarado el origen licito de su patrimonio.  


Pues el senador cuenta con propiedades que ascienden a más de 150 millones de pesos, 31 autos de lujo el valor algunos supera los 2,000,000 pesos, renta de mansiones en Europa por 155 mil 400 pesos entre otras.   

En el 2019, Ernesto y Alejandro Gómez Casso, hijos de Gómez Urrutia fueron acusados por el periodista Carlos Loret de Mola de suplantar identidades ante el SAT, para así lograr obtener la Firma Electrónica Avanzada, la FIEL, falsificando documentación para que terceros pudieran realizar el trámite por ellos, pues en ese momento se encontraban en Canadá.  

Acusaciones de haber recibido durante su exilio en Canadá nueve mil dólares mensuales, que le llevaban en maletas, procedentes de los recursos del sindicato minero.  En el 2016, la entonces Procuraduría General de la República congeló tres cuentas del Sindicato Minero bajo la dirección sindical de Gómez Urrutia como parte de una investigación de lavado de dinero. 
 
Se especula que Gómez Urrutia se ha amparado con el fuero de su cargo político para desviar las acusaciones y las investigaciones en su contra, pudiendo así operar impunemente. 

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