Washington, 11 ene (Prensa Latina) Líderes demócratas, algunos republicanos y medios de prensa coinciden hoy en la culpabilidad del presidente estadounidense, Donald Trump, en la incitación de los sucesos violentos contra la sede del Congreso el 6 de enero pasado.
El ataque, calificado de terrorismo doméstico por algunos especialistas norteamericanos, ocurrió cuando los legisladores debatían la certificación del triunfo del mandatario electo, Joe Biden, en los comicios del 3 de noviembre.
Durante el fin de semana creció el impulso para llevar al actual gobernante a un proceso que, según señala este domingo The New York Times, «pondría a prueba los límites de la política, la responsabilidad y la Constitución».
El representante Ted Lieu, demócrata de California, anunció el sábado que el artículo de juicio político redactado por él y otros de sus correligionarios en la Cámara Baja tiene más de 190 copatrocinadores y será presentado este lunes durante la sesión proforma de esa instancia legislativa.
Por su parte, el senador Patrick J. Toomey, republicano de Pensilvania, dijo el sábado en una entrevista con la cadena Fox News que Trump «cometió delitos impugnables», una señal de creciente enojo por el papel del gobernante en el asalto al Capitolio.
Entretanto, el senador republicano Ben Sasse, de Nebraska, indicó que estaría dispuesto a considerar artículos de acusación en un juicio, y su colega también del partido rojo Lisa Murkowski, de Alaska, dijo que quiere la salida inmediata del presidente.
Sin embargo, siete representantes republicanos le imploraron al presidente electo, Joe Biden, el sábado que ayude a detener los esfuerzos para acusar a Trump.
Los legisladores, encabezados por Ken Buck, de Colorado, argumentaron que iniciar un proceso de este tipo sería divisivo y demasiado apresurado, así como «tan innecesario como incendiario».
Si la Cámara lo impugnara y el Senado enjuiciara a Trump, lo más probable es que al menos 17 miembros del partido rojo tuvieran que unirse a los demócratas para obtener una condena.
Por su parte, Mitch McConnell, republicano de Kentucky y líder de la mayoría en el Senado, indicó que, según las reglas de esa instancia legislativa, un juicio no podría comenzar hasta el regreso programado de los senadores de un receso el 19 de enero, el día antes de la toma de posesión de Biden.
Esto plantea la posibilidad de realizar un juicio después de que Trump deje el cargo, según el Times.
En este contexto, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en una carta enviada a los congresistas demócratas el sábado, dijo que «continuaremos con las reuniones con los miembros y expertos, después de recibir comentarios sobre cómo responder a los disturbios en el Congreso».
En la misiva, la congresista por California dijo que es absolutamente esencial que «quienes perpetraron el asalto a nuestra democracia rindan cuentas, y debe haber un reconocimiento de que esta profanación fue instigada por el presidente».
La Constitución permite al Congreso destituir al jefe de la Casa Blanca u otros funcionarios de la rama ejecutiva antes de que terminen sus mandatos, si los legisladores creen que ellos cometieron «traición, cohecho u otros delitos y faltas graves».
Sin embargo, primero, la Cámara de Representantes vota para decidir si se puede proceder, y si una mayoría simple aprueba la presentación de cargos, el Senado debe considerarlos rápidamente en un juicio, señalan expertos citados por medios de prensa estadounidenses.