Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sospechan que el tejón turón podría ser uno de los posibles intermediarios en la transmisión del coronavirus de los murciélagos a los seres humanos.
Aquello consta en las primeras conclusiones del informe sobre los orígenes del COVID-19 a las que varias agencias de prensa tuvieron acceso. En estas se descarta que la pandemia tuviera origen en un laboratorio.
Este animal, junto a la civeta, fueron portadores del SARS a principios del 2000 en la ciudad Cantón o también conocida como Guandong (China). Además, es un miembro de los mustélidos, la familia de mamíferos que incluye comadrejas, tejones, hurones, turones, visones y nutrias.
El tejón turón de China mide entre 33 y 43 centímetros, posee una cola que alcanza los 23 centímetros, también cuenta con unas marcas distintivas similares a una máscara.
La especie vive en madrigueras o cuevas. Es bastante activo en la tarde y noche, se alimenta de frutas, nueces, pequeños anfibios e insectos.
Se parece a una civeta de las palmeras que, aunque no es un mustélido, fue identificado como un vector entre los murciélagos y humanos en el brote del SARS del 2003, señala el Excélsior.
Añade que, a diferencia de muchas especies, este se adapta bien a la presencia humana en su hábitat. “Un estudio de los tejones turón realizado a mediados de la década de 1990 cerca de un pueblo en el sureste de China mostró que los animales suelen utilizar las pilas de leña y de piedras para descansar, y cazan para comer en campos de arroz, de soja, algodón o de hierba”.
Con información de (AMX Noticias)