Londres, 4 abr (Prensa Latina) La protesta de la víspera en Londres contra un proyecto de ley que pretende otorgarle más poderes a la policía para disolver manifestaciones pacíficas, terminó con 107 detenidos, informaron hoy las autoridades.
Según confirmó este domingo la Policía Metropolitana en un comunicado, tras los enfrentamientos protagonizados por un grupo de manifestantes que se negaron a despejar el área aledaña a la Plaza del Parlamento, un número indeterminado de personas fueron arrestadas por alteración del orden.
Varios más fueron detenidos por atacar a los uniformados y otros por violar las restricciones vigentes por Covid-19.
Entre los 107 detenidos también se encuentra una mujer por sospecha de portar un arma ofensiva, agregó Scotland Yard.
El comandante de ese cuerpo, Ade Adelekan, destacó que la gran mayoría de los participantes en la protesta de la víspera respetaron las medidas de distanciamiento social y obedecieron a las fuerzas del orden cuando se les pidió dispersarse ya en horas de la noche.
No debemos permitir que el comportamiento de unos pocos individuos que asisten a estos eventos con la intención de cometer actos criminales empañe en buen comportamiento de la mayoría, alertó.
La manifestación de Londres fue una de las varias que tuvieron lugar este sábado en una veintena de ciudades de Inglaterra, luego del relajamiento de algunas de las restricciones vigentes por la Covid-19.
El controvertido proyecto de ley, que ya pasó una primera votación en la Cámara de los Comunes, daría potestad a la Policía para decidir la hora de inicio y conclusión de una protesta, o prohibirla en caso de considerarla demasiado ruidosa o causante de molestias a la comunidad.
Para los detractores de la llamada Ley de Policía, Crimen, Sentencias y Tribunales, entre los que se cuentan activistas de derechos humanos y políticos opositores, se trata de un intento de coartar el derecho a protestar y de las libertades civiles.
También critican, por ejemplo, que bajo esa norma un manifestante que dañe un monumento público durante una manifestación, como ya sucedió en el verano pasado durante las protestas antirracistas organizadas por el movimiento Black Lives Matter, podría recibir hasta 10 años de cárcel, mientras que un violador sexual estaría apenas cinco años tras las rejas.
Quiero vivir en un mundo de paz y justicia, quiero vivir en un mundo de derechos humanos y democracia, y estoy listo para incomodar a algunas personas, afirmó el legislador y exlíder del Partido Laborista Jeremy Corbyn, quien fue uno de los oradores que habló a la multitud la víspera en la Plaza del Parlamento.