Por Luis Manuel Arce Isaac
México, 25 jul (Prensa Latina) Son abundantes las evidencias históricas para demostrar que los llegados de España no fueron descubridores y tampoco encontraron en estas tierras de América aborígenes brutos en taparrabos.
Eran simples aventureros que lograron sus objetivos de conquista por la fuerza gracias a un desarrollo militar y armamentista muy superior al que hallaron aquí, y por la ausencia de sentimientos de ambición y maldad en el cerebro y el alma de aquellos extraños.
El conocimiento geográfico de los navegantes hispanos era tan deficiente que ni estando ya sus carabelas en el Caribe pudieron ubicarse en el lugar real del globo terráqueo donde habían avistado puerto, y creían que este continente era su ansiada meta, las Indias.
Cerro de las Mesas, en el hermoso y placentero estado mexicano de Veracruz, salvando las distancias, tiene un pasado semejante que desmiente la afirmación de los conquistadores sobre la población aborigen y la que en verdad existía. Nada de «indios»o razón alguna para evangelizar bajo la amenaza de arcabuces y pólvora.
El yacimiento arqueológico en el área de Mixtequilla, cerca del río Papaloapan, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Veracruz, puede contar su historia desde el año 600 a.n.e., cuando España aún no imaginaba que tendría ese nombre ni que sería un retazo de reinados.
El sitio se localiza en el eje oeste de la que se considera el área de la cultura olmeca y cuenta con pequeñas fosas de agua y cientos de montículos de tierra dispuestos en pequeños grupos, con una antigüedad que data del 400 a.n.e.
Se han encontrado también, de un momento posterior, 800 objetos de jade con fechas olmecas grabadas, que fueron depositados como ofrenda en la base de una de las montañas artificiales.
Lo más trascendente es el hallazgo de diferentes estelas, algunas de gran importancia, las cuales han sido numeradas por los científicos y valoradas por ellos como inscripciones o muestras de un sistema de escritura. Eso significa que aquellos pueblos originarios no eran iletrados.
En la actualidad, los especialistas, encabezados por el Instituto Nacional de Arqueología e Historia de México, creen que en el Cerro de las Mesas está la explicación de esa conexión entre la cultura precolombina desde los años 400 a.n.e.hasta las posteriores o llamadas mesoamericanas.
(Tomado de Orbe)
MÁS NOTICIAS: