Se encamina caravana de migrantes a Oaxaca

México, 7 nov (Prensa Latina) La caravana de tres mil 500 migrantes de 10 países encamina sus pasos hoy hacia Oaxaca en ruta a Ciudad de México, aunque hay dudas entre sus integrantes si conviene seguir a la capital.


Después de numerosos percances con la Guardia Nacional y los efectivos del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes insisten que regresen a Tapachula, Chiapas, los migrantes, en su mayoría centroamericanos, decidieron la víspera retomar su ruta hacia el estado sureño y abortar el plan de movilizarse hacia el Golfo.


El freno fue la dificultad de conseguir vehículos que los ayudaran a recorrer el largo camino, además de los peligros que encierra caer en manos de coyotes (traficantes).


Tienen el antecedente de dos muertos y dos heridos cuando un chofer de un camión se negó a obedecer la orden de alto de la Guardia Nacional y los soldados dispararon contra el transporte.


Luego de unas seis horas de búsqueda infructuosa a las afueras de la localidad Arriaga, en estado sureño de Chiapas, de camiones que los pudieran llevar hasta Tuxtla Gutiérrez, la capital de la entidad, los migrantes decidieron retomar su caminata hacia Oaxaca.


La caravana avanzó hasta la colonia Azteca, en las afueras de Arriaga, para pasar la noche y desde allí retomaron este domingo la caminata que los tiene agotados y con pocos recursos financieros para llegar a la capital y presentar allí a las autoridades nacionales sus demandas a fin de proseguir hacia Estados Unidos.


Los migrantes decidieron durante la mañana no ir hacia Oaxaca por temor a ser interceptados en las vías desoladas de la zona por la Guardia Nacional o ser reprimidos por sus habitantes, indicó sin pruebas Irineo Mújica, integrante de una dudosa organización Pueblos Sin Fronteras que los acompaña.


Otras voces acusan a Mujica de ser un aliado oculto de Estados Unidos.


El sacerdote Solalinde, de Oaxaca, denunció que hace muchos años el improvisado vocero de los migrantes no vela por los intereses de estos, sino de Estados Unidos, y defiende los intereses geopolíticos del gobierno de ese país y seguramente no lo hace por amor al arte.


El sacerdote acusó al activista de Pueblos Sin Frontera de «usar a los migrantes», y agregó que «si los quisiera permitiría que el Instituto Nacional de Migración les dé los permisos de visitantes por razones humanitarias que les ofrece, y con eso dejarían de estar sufriendo en una caravana».

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