Washington, 15 mar (Prensa Latina) Occidente, y especialmente Estados Unidos, es el principal responsable de la crisis que comenzó en Ucrania en febrero de 2014, estimó hoy John J. Mearsheimer, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Chicago.
En una valoración publicada en The Economist, el académico subrayó que la imprudente expansión de la OTAN provocó a Rusia a ir al conflicto internacional más peligro de los últimos años.
Ahora, la guerra en Ucrania, se convirtió en un conflicto que no sólo amenaza con destruir ese país, sino que también tiene el potencial de escalar a una guerra nuclear entre Rusia y la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
Explicó el académico que pese a las advertencias de Moscú desde 2008, Washington ignoró la línea roja de Rusia y siguió adelante para convertir a Ucrania en un baluarte occidental en la frontera con Rusia.
Citó el experto que en su escalada en territorio ucraniano, la OTAN armó a Kiev, entrenó a sus fuerzas armadas y le permitió participar en ejercicios aéreos y navales conjuntos.
Ejemplificó que en julio de 2021, Ucrania y Estados Unidos organizaron conjuntamente un gran ejercicio naval en la región del Mar Negro en el que participaron armadas de 32 países.
La operación Sea Breeze, aseguró, estuvo a punto de provocar que los rusos dispararan contra un destructor naval británico que entró deliberadamente en lo que Rusia considera sus aguas territoriales.
Acentuó Mearsheimer que Moscú consideró intolerable esta evolución de la situación y comenzó a movilizar su ejército en la frontera de Ucrania la pasada primavera para señalar su determinación a Washington.
El profesor estadounidense identificó la expansión de la OTAN hacia el este como la principal causa de la situación actual, incluso, citó al Secretario de Defensa de Estados Unidos en la época de la cumbre de Bucarest, Robert Gates, quien reconoció que «tratar de incorporar a Georgia y Ucrania a la OTAN era una verdadera exageración».
El resultado de mi interpretación es que nos encontramos en una situación extremadamente peligrosa, y la política occidental está exacerbando estos riesgos, alertó.
En otra parte de sus consideraciones Mearsheimer señaló Washington y sus aliados aumentan la ayuda a Ucrania y utilizando las sanciones económicas para infligir un castigo masivo a Rusia, un paso que el presidente Vladimir Putin considera ahora como «una declaración de guerra».
Puede que Estados Unidos y sus aliados sean capaces de evitar una victoria rusa en Ucrania, advirtió, pero, el país quedará gravemente dañado, si no desmembrado.
El académico alertó que seguir empujando a Rusia hacia una crisis existencial pudiera empujar a los rusos a acudir a una guerra nuclear.
En este momento es imposible saber en qué términos se resolverá este conflicto. Pero, si no entendemos su causa profunda, seremos incapaces de ponerle fin antes de que Ucrania naufrague y la OTAN acabe en guerra con Rusia, concluyó Mearsheimer.