Termómetro europeo: la fiesta francesa tiene un pero

Por Fausto Triana

Madrid, 17 dic (Prensa Latina) La fiesta francesa de cara a la gran final de la Copa Mundial de Fútbol de Qatar tiene un pero con nombre propio, Lionel Messi.
Factor diferencial argentino que se ha ganado un lugar en el firmamento del deporte más popular del universo. Una Pulga rosarina que es el azote de sus rivales, con ese paso delante de liderazgo y entrega que todos estábamos esperando.
Más allá de las simpatías o pasiones de diverso tipo. Tiene 35 años y probablemente este domingo se despida de los mundiales de fútbol, a lo grande, porque nadie que ame este deporte podrá saltarse la brillante trayectoria de, como repiten los narradores argentinos, Lionel Andrés Messi Cuccittini.
Sin embargo, por justo que se antoje el título para el este genio del balón, hay otro personaje que tiene la pretensión de también entrar en la historia a la usanza de Pelé, un chico de casi 24 años nacido en París.
Compañero de equipo de Messi, en el París Saint Germain, Kylian Mbappé ya tiene una de las dos estrellas de Francia como campeón del orbe en Rusia 2018. Y tampoco pretende quedarse fuera de otra fiesta gala que ponga de patas arribas a los glamorosos Champs Elysée.
Eso sí, uno de los dos tendrá que dar el golpe de autoridad y como no hay títulos ex aequo como en suele suceder en el ámbito cultural, ni tampoco dos Copas FIFA, el cetro quedará en manos de un solo bando.
El español Roberto Martínez, extécnico de Bélgica, se lanzó al ruedo de las predicciones con un final abierto. Empate en el tiempo reglamentario y alargue, y decisión en la tanda de los penales. ¿El triunfador? No me atrevo a decirlo, confesó.
Hubo muchas finales de pizarras muy estrechas y partidos tensos algunos, otros aburridos. Dos veces victorias de Alemania sobre Argentina 1-0, en Italia 1990 y en Brasil 2014 (en alargue), y el memorable de España ante Holanda 1-0 en prórroga con el famoso gol de Andrés Iniesta.
También, dos definiciones en la lotería de los penaltis, de Brasil sobre Italia 0-0 (3-2) en Estados Unidos 1994, y de Italia ante Francia 1-1 (5-3) en Alemania 2006.
El domingo en Lusail, se escribirá una nueva historia.