Paseo de la Reforma, avenida principal de la Ciudad de México, se convirtió en un espacio de protesta para familias de víctimas de desaparición, en el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas.
En la ex Glorieta de la Palma, las vallas que protegen un ahuehuete plantado por el Gobierno capitalino fueron transformadas en un mural con decenas de rostros y nombres de personas no localizadas.
En el espacio renombrado por colectivos como Glorieta de las y los Desaparecidos se realizó un pase de lista de hijos, hermanos, padres, madres y amigos que son buscados por sus seres queridos.
Activistas presentaron una maqueta para la Glorieta, en donde el ahuehuete convive con mamparas donde se muestran las fichas de búsqueda de víctimas de desaparición.
A unos metros, en la Glorieta de Cuitláhuac, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos -formado por 86 colectivos de 25 estados- intervino el monumento con fotografías de personas desaparecidas así como siluetas de mariposas.
«Las mariposas significan que no tienen fronteras, así como nosotros nosotros no tenemos fronteras para buscar a nuestros desaparecidos. Buscamos la forma de ir país por país, ciudad por ciudad, estado por estado buscándolos», explica Mitzi Araceli, del Colectivo Búscame.
Mitzi busca a su hermano, Vicente Rojo Martínez, desaparecido desde hace 14 años. Vicente desapareció el 21 de marzo de 2009 junto a otras 11 personas en Saltillo, Coahuila, donde trabajaba vendiendo pintura.
«Ellos hicieron una llamada donde dijeron que se los habían llevado unos encapuchados. No sabemos quiénes son, ya son 14 años. Mi papá era el que lo buscaba, desgraciadamente ya falleció pero seguimos aquí en la búsqueda, ahorita está mi mamá, mi cuñada, uno de sus hijos y yo», cuenta la joven a Expansión Política.
En el encuentro además de compartir testimonios, los familiares -en su mayoría mujeres- bordaron corazones con los nombres de las personas a las que buscan.
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Verónica Cortés Jimenez busca a su hijo, Erick Flores Cortés, quien desapareció en Ojo de Agua el 12 de mayo de 2018 cuando salió con un primo para comer tacos y tomar una cerveza.
«Desde ese día andamos buscando a mi hijo: andamos en colectivos, en búsquedas, en MP, Semefos, buscándolo en vida, buscándolo sin vida pero seguimos aquí en la lucha para encontrar a mi hijo y a todos los desaparecidos», dice Verónica.
La madre cuenta una historia compartida entre muchas familias de víctimas de desaparición: ante la ausencia de apoyo de las autoridades y avances en las investigaciones de las fiscalías, son los familiares quienes tienen que llenar ese vacío.
«Nosotros como padres tenemos que ser como detectives, nosotros tenemos que buscar a nuestros seres porque ellos nada más nos dicen que nos apoyan pero es mentira porque nada más es el 20% o 30% que ellos investigan. Yo llevo cinco años buscando a mi hijo y realmente no han hecho nada», afirma Verónica.
El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México lanzó un pliego petitorio en donde exige al Gobierno federal medidas como garantizar un censo de personas desaparecidas; designar a la próxima persona titular de la Comisión Nacional de Búsqueda con la participación de las familias de personas desaparecidas así como fortalecer las estrategias de búsqueda en vida y atender la crisis forense generando bases de datos y coordinación entre autoridades para la identificación de personas.
El Frente Nacional de Lucha por el Socialismo también marchó del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo exigiendo justicia para víctimas de desaparición forzada.
Con información de Expansión Política