Ciudad de México, 23 nov (Prensa Latina) La captura de Néstor Isidro Pérez (El Nini), es un duro golpe para el cartel de Sinaloa -«Los Chapitos» por los hijos de Joaquín Guzmán (El Chapo)- consideran hoy medios de prensa mexicanos.
Enfocada por periódicos, radio y televisión, la noticia tiene amplio destaque porque se cumplió uno de los objetivos más perseguidos y complejos tanto de las autoridades de seguridad antidrogas de México como de Estados Unidos, sobre todo a partir del surgimiento del fentanilo.
El Nini, de solo 31 años, encabezaba un violento brazo armado al servicio de los hijos de «El Chapo», preso en Estados Unidos, al igual que su hijo más pequeño, Ovidio.
Fue detenido ayer por personal de las Fuerzas Armadas de México que desplegaron un intenso operativo por aire y tierra en Culiacán, Sinaloa.
La aprehensión fue ejecutada por la Guardia Nacional, la cual lo puso a disposición de la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada, y el propósito es extraditarlo a Estados Unidos cuyas autoridades lo identifican como el jefe de seguridad de la facción del Cártel de Sinaloa Los Chapitos.
Su alta criminalidad fue exaltada por el controvertido cantante de narco-corridos Gerardo Ortiz en cuya pieza lo identifica con otro de sus apodos, El 09 y allí explica los servicios que brinda a los chapitos Ivan, Jesús Alfredo, Joaquín y Ovidio, y que no teme a nada. Según el Departamento de Justicia de Estados Unidos Los Chapitos son la facción más poderosa del Cártel de Sinaloa, pues hay otros grupos dentro de esa banda, la más extensa del crimen organizado de México, con ramificaciones en varios países, incluido Colombia.
Fue El Nini quien encabezó la matanza conocida como el Jueves Negro o el Culiacanazo cuando fue detenido por vez primera Ovidio y hubo que liberarlo para que no aumentaran los muertos en Culiacán a manos del ejército de sicarios dirigidos por él.
En el documento judicial, señala el diario Milenio, se indica que, al menos desde 2012, el Nini conspiró y acordó intencionalmente la fabricación y distribución de cocaína, metanfetamina y otras sustancias controladas cuyo objetivo era ser traficadas a Estados Unidos.
El segundo cargo que Néstor Isidro Pérez Salas enfrenta en el Distrito de Columbia está relacionado al uso, porte y detonación de armas de fuego de manera consciente e intencional durante y en relación con uno o más delitos. Y ahora se le añade el fentanilo.