México, 9 dic (PL) Alrededor de 190 mil mexicanos padecen tanto el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) como con el de la Hepatitis C (VHC), un factor de mortalidad que hoy es tema de preocupación aquí.
En conferencia de prensa, la infectóloga Rocío Torres explicó que el fenómeno de la coinfección de VIH y VHC obedece a que ambos padecimientos tienen las mismas vías de transmisión: por contacto sexual no protegido, transfusiones sanguíneas, procedimientos médicos como hemodiálisis o por compartir jeringas al usar drogas inyectable.
La experta dijo al diario La Jornada que el VIH «modifica» la evolución natural de la hepatitis C, porque acelera la progresión de la fibrosis hepática y aumenta el riesgo de sufrir males graves, como la cirrosis o el hepatocarcinoma.
Por ello, es fundamental que los pacientes seropositivos se realicen una prueba de detección de VHC, pues en la reciente década hubo un incremento en las hospitalizaciones por enfermedades del hígado, algunas de ellas terminales, indicó.
Torres destacó que ya existe un tratamiento que cura el VHC, con una eficiencia de más del 95 por ciento y sin efectos secundarios, se tenga o no coinfección con VIH, lo que puede evitar que una gran cantidad de casos deriven en complicaciones hepáticas graves.
Aunque el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ya ofrece este tratamiento y el Instituto de Seguridad Social y Servicios de los Trabajadores del Estado comenzará a hacerlo en enero de 2018, el esquema del Seguro Popular aún establece límites de edad para darlo a los pacientes, lo que deja fuera a una gran cantidad de personas, indicó por su parte el activista Luis Adrián Quiroz.
Sobre el tema el coordinador de la organización Derechohabientes Viviendo con VIH del IMSS, consideró que el Seguro Popular incurre en un «acto de discriminación injustificable».