París, 15 dic (PL) Los denominados chalecos amarillos volvieron hoy a las calles de esta capital con el firme propósito de mantener las protestas hasta que sus reclamos sean escuchados.
A pesar del llamado a aplazarlas después del ataque mortal en Estrasburgo esta semana, los manifestantes salieron a los Campos Elíseos, plaza de la Ópera y de la Bastilla, ante lo cual el Ejecutivo desplegó un amplio dispositivo, con unos 8 mil agentes aquí y otros 69 mil en el resto de la nación.
La prefectura de la Policía local informó la detención de 60 ciudadanos por formar parte de grupos susceptibles de protagonizar actos violentos o por estar en posesión de objetos que podían utilizarse en tal fin.
El propio órgano de seguridad resaltó la pérdida de fuerza del movimiento tanto en el número de participantes, unos mil a media mañana, menos de la mitad que hace una semana, como en la de detenidos, cerca de 500 siete días antes.
Los chalecos amarillos protagonizaron su primera movilización nacional el 17 de noviembre contra alza de la tasa sobre el carburante, aunque sus reivindicaciones se extendieron luego, entre otras, contra la pérdida de poder de adquisición.
El presidente francés, Emmanuel Macron, declaró la víspera en Bruselas, Bélgica, en donde asistía a cumbre del Consejo Europeo que «hoy, nuestro país necesita calma, necesita orden» y «aporté una respuesta» a las peticiones.
Antes, el lunes, anunció un aumento de cien euros mensuales del salario mínimo, anulación del alza de las cotizaciones para las pensiones inferiores a los 2 mil euros, exención de impuestos y de cotizaciones para las horas extra más la petición a las empresas de una prima voluntaria de fin de año.
«El diálogo […] no se hace ocupando el espacio público y con violencia», agregó el mandatario, no obstante a lo cual los chalecos amarillos continúan ahora en demanda, entre otras, de la instauración de un referendo de iniciativa ciudadana.
Un conductor murió este viernes al chocar contra un camión detenido ante un corte de carretera y suman ya siete los decesos como consecuencia de los acontecimientos.