Londres, 5 may (Prensa Latina) El Reino Unido y Estados Unidos comenzarán hoy a negociar, aunque de manera virtual por la pandemia de Covid-19, el acuerdo que regirá sus relaciones comerciales en la era post-Brexit británica.
El inicio de las conversaciones será anunciado este martes por la ministra de Comercio Internacional Liz Truss y el representante de Comercio estadounidense, Robert Lighthizer, mediante una videoconferencia, informó el gobierno local en un comunicado.
El texto explica que las rondas de conversaciones durarán alrededor de dos semanas cada una, y se repetirán cada mes y medio de forma remota, hasta tanto no sea seguro viajar de un país a otro.
De esta forma se garantizará que las pláticas progresen durante la pandemia de Covid-19, mientras se respetan las medidas de distanciamiento social y salud pública, agregó.
El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, aspira a sellar este año con Estados Unidos el «fantástico» acuerdo de libre comercio que le prometió el presidente Donald Trump una vez que el Reino Unido se librara de las «cadenas» de la Unión Europea (UE).
Según Johnson, el pacto con los estadounidenses inyectará tres mil 400 millones de libras esterlinas (más de 4 mil 300 millones de dólares) adicionales a la economía británica, sobre todo en sectores como la fabricación de cerámica, automóviles, alimentos y bebidas, y los servicios profesionales, léase arquitectos y abogados.
Dentro de los sectores políticos opositores, y también del empresariado británico, existe, sin embargo, preocupación por el alcance de la venidera relación comercial con Washington.
Las suspicacias afloraron, en particular, después de que el mandatario estadounidense anunció durante una visita a Londres el año pasado que «absolutamente todo» estaría sobre la mesa de negociaciones.
Aunque luego Trump y Johnson se apresuraron a aclarar que el servicio de Salud Pública (NHS) británico no formará parte del venidero acuerdo, muchos temen que ese sector, sacrosanto para los británicos, quede a merced de las compañías de medicamentos y de los servicios médicos norteamericanos.
En el Reino Unido también hay inquietud por la posible entrada al país del pollo clorado estadounidense, cuya importación está prohibido por las leyes europeas, y por las pérdidas que sufriría el sector agrícola británico con la llegada de productos más baratos desde el otro lado del Atlántico.
El gobierno británico aseguró este martes, sin embargo, que el eventual acuerdo de libre comercial con Estados Unidos dejará fuera al NHS, y respetará los altos estándares del país sobre seguridad alimentaria y el bienestar de los animales.
Según afirmó Trump en el comunicado, una vez finalizada la primera ronda de negociaciones se publicará un resumen con los resultados alcanzados.
Pese a que abandonó la UE el 31 de enero pasado, el Reino Unido continuará rigiéndose por las reglas comerciales europeas hasta al menos el 31 de diciembre próximo, para cuando Londres espera haber pactado los términos de su futura relación con el bloqueo.
Las pláticas con Bruselas, que por estos días también se desarrollan de manera virtual debido a la Covid-19, atraviesan por momentos difíciles, debido a la intransigencia de los negociadores británicos en temas como la pesca y las competencias legales, entre otros.