Managua, 19 nov (Prensa Latina) El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estimó que casi dos millones de niños resultaron damnificados por el paso reciente de huracanes en Centroamérica, reseño hoy aquí una publicación digital.
El organismo perteneciente a la Organización de Naciones Unidas reveló que alrededor de 4,6 millones de personas en la región sufrieron afectaciones por los dos meteoros recientes, de las cuales 1,8 millones corresponden a menores de edad.
«Pensamos que el huracán Eta fue malo, pero el huracán Iota puede terminar siendo aún peor para los niños, niñas y adolescentes en Centroamérica», dijo Bernt Aasen, Director Regional Unicef para América Latina y el Caribe.
Tras el paso de ambos organismos meteorológicos en un lapso menor a dos semanas, Unicef solicitó urgentemente 42,6 millones de dólares para cubrir las necesidades humanitarias más críticas de unas 646 mil personas afectadas repetidamente por inundaciones y deslizamientos de tierra.
De igual forma, la entidad advirtió la carencia de abundante agua potable en muchas de las zonas afectadas, algo que habitualmente sufren esos territorios y que ahora empeora ante la actual situación.
Los niños, niñas y adolescentes que sobrevivieron a ambos huracanes ahora corren el riesgo de morir de enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades infecciosas, afirmó Aasan.
Por su parte, Laurent Duvillier, jefe regional de Comunicación del organismo, declaró que hay agua estancada pero no potable, y es muy elevado el riesgo de que tengamos un nuevo brote de enfermedad que se agregue a la pandemia de la Covid-19, reconoció.
Con sus dos centenares de muertos, desaparecidos y graves daños a la infraestructura y a la agricultura, Eta y Iota agravaron la crisis existente ya en Centroamérica por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.