México condena nuevas subastas de sus bienes arqueológicos

México pidió a varias casas de subastas europeas suspender la venta de 64 piezas prehispánicas que forman parte de su patrimonio cultural, incluidas algunas que datan del año 600 a.C, informó este sábado el gobierno.

La secretaría de Cultura también solicitó a la Interpol que actúe para “conseguir la repatriación de dichos bienes”, según un comunicado de esa cartera y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El reclamo fue dirigido a la plataforma Catawiki, que promueve la venta de 50 objetos ofrecidos por la casa Antique 4U, de Países Bajos, así como por la Galería J. Bagot Arqueología y un vendedor de España. La puja finalizará este domingo.

También apuntó a la galería De Zwann, en Amsterdam, que planea subastar el próximo lunes otras 14 piezas que constituyen “monumentos arqueológicos muebles” del patrimonio cultural, de acuerdo con un dictamen del INAH.

El conjunto que se ofrece a través de Catawiki incluye figuras antropomorfas que abarcan los períodos Preclásico, Clásico y Posclásico mesoamericano (de 600 a.C. a 1200-1521 d.C.), detalló el comunicado.

El gobierno mexicano desarrolla una campaña para rescatar el patrimonio histórico sacado ilegalmente del país.

Como parte de esos esfuerzos, desde 2018 han sido recuperados casi 9.000 bienes, algunos de los cuales estaban a punto de ser subastados.

En julio pasado, la cancillería mexicana anunció la devolución de 2.522 piezas prehispánicas que estaban en poder de una familia española.

Según el gobierno, las casas de subastas y las autoridades de otros países usualmente piden a México que demuestre que los objetos le pertenecen.

Pero en algunos casos el país ha conseguido hacer valer su tesis de que quienes venden “deben demostrar el origen legal” de los bienes.

Algunos objetos han sido recuperados en redadas policiales, como ocurrió en Italia en 2021, mientras que Bélgica detuvo en marzo pasado una subasta a petición del gobierno mexicano.

Museos y particulares también han decidido voluntariamente restituir este patrimonio, pero en países como Francia las gestiones han fracasado.